Las fábricas automotrices chinas son un claro ejemplo del avance de la automatización. En la fábrica de Toyota ya hay 760 robots que se ocupan del 96% del proceso de producción. China representa el 28% del comercio mundial de vehículos.

La economía china, la segunda del mundo (US$15,6 billones/17% del PBI global), creció 6,5% anual en el cuarto trimestre de 2020, lo que significa que se ha expandido por encima del nivel obtenido en la etapa pre-pandemia, debido a que en el último trimestre de 2019 se elevo 6% en el año (el PBI chino se hundió 6,8% en el primer trimestre de 2020); y esto ocurre en el contexto de un PBI que ha crecido 10 veces en las últimas dos décadas; y que dispone de un PBI per cápita que se duplica cada 10 años, lo que implica que los US$10.000 anuales en 2020 serian US$20.000 en 2030.
China es la única de las grandes economías del mundo que creció en 2020 (2,3% anual); y esta formidable recuperación después del impacto provocado por la pandemia del coronavirus fue encabezada por la producción industrial, que trepó 7,1% en los últimos tres meses del año (frente a 5,8% en el tercero), con un leve retraso de los servicios (5,8% entre julio y septiembre), que se recuperaría en el cuarto.
Esto fue acompañado por una extraordinaria expansión de las ventas externas, que aumentaron 18,2% anual en diciembre, y de esa manera completaron tres meses consecutivos de elevación con una tasa de doble dígito. El resultado fue que el cuarto trimestre se convirtió en el de mayor expansión de la historia de la República Popular.
El superávit comercial/superávit de cuenta corriente alcanzó un récord histórico absoluto de US$78.000 millones en el cuarto trimestre del año. Por eso, el remmimbi se fortaleció 6,5 puntos respecto al dólar estadounidense, la mayor diferencia en 2 años.
Esta alza notable de las exportaciones sucedió cuando el comercio internacional se contrajo debido al shock provocado por la pandemia del coronavirus en el segundo y tercer trimestre del año; y entonces, paradójicamente, mientras China depende ahora en forma exclusiva del consumo doméstico para la expansión del PBI, al mismo tiempo sus ventas externas adquirieron un nivel excepcional. No es la cuadratura del círculo, sino el notable impulso del proceso de acumulación de la República Popular.
Estas cifras indican que la economía china crecería 9% o más en 2021, después de aumentar probablemente 18,5% en el primer trimestre; y por eso respondería por más de 35% del alza de la economía global este año.
La fuerza de trabajo de la República Popular ascendió a 992 millones de operarios en 2020 el triple de la población norteamericana (327 millones de habitantes) de ahí que China disponga de la tasa de ahorro doméstico más elevada del mundo: 46% del PBI, frente a un promedio de 20% del PBI global.
Hay que agregar que todos los años se gradúan 13 millones de estudiantes de las universidades de la República Popular, de modo que la población laboral altamente calificada supera ya los 180 millones de trabajadores, cifra que se duplicaría en los próximos 10 años.
La consecuencia es que su consumo doméstico, revelado por el total de las ventas minoristas  ya es superior al de EE.UU. (US$5,97 billones vs. US$5,46 billones). El año pasado, por ejemplo, se vendieron 25,7 millones de automotores, lo que equivale a 28,5% del total global.
Lo fundamental en China es de carácter cualitativo: los usuarios de Internet superan 1.200 millones en una población de 1.440 millones de habitantes. La República Popular es el país más digitalizado del mundo.
Esto explica porque posee 180 de los 452 unicornios globales (start-ups con ingresos por más de US$1.000 millones anuales), en tanto que EE.UU. dispone de 179; y los “venture capitals” que los financian se han volcado a la República Popular con un total de US$39.168 millones en 2019.
China tiene 24 áreas metropolitanas con más de 10 millones de habitantes cada una, con un ingreso per cápita de US$10.000 anuales que crece 8,1% por año, y que se duplica cada década.
Pero lo fundamental es advertir que se trata de un gigantesco mercado doméstico absolutamente unificado, con las mismas reglas, idioma, y sistema político cuyos costos de transacción caen 10%/15% por año.
El principal instrumento de integración de este mercado nacional, que es el mayor del mundo, es una red de 38.000 kilómetros de ferrocarriles ultrarrápidos (300 km./400 km. por hora), que serían 70.000 km. en 2035. Hay que sumarles 155.000 km. de ferrocarriles y más de 200.000 kilómetros de autopistas.
La República Popular es uno de los dos países mas innovadores del mundo junto con EE.UU., con la particularidad de que dispone de una inmediata “economía de escala” para los nuevos productos, que implica que los costos de producción caen a la mitad en los primeros 2 años, y de esa manera adquieren aceleradamente un carácter competitivo internacional.
La prioridad otorgada al mercado nacional está unida a un esfuerzo sistemático de integración con el capitalismo más avanzado, en primer lugar EE.UU..
El régimen chino está en las antípodas de toda pretensión de autarquía.

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