La emblemática cooperativa de Lleida, referente de un modelo inclusivo, anuncia su cierre definitivo: “No podemos sostenerla más”.
La industria láctea española y, en particular, el sector social de Cataluña, lamentan el inminente cierre de la lechería social de Juneda, en Lleida. Esta emblemática cooperativa, que durante años fue un faro de inclusión laboral para personas con discapacidad, ha anunciado su cese de operaciones. La decisión, calificada de “dolorosa” por sus responsables, responde a la imposibilidad de mantener su viabilidad económica. Este cierre no solo impacta en la producción de leche, sino que deja un vacío social y económico significativo en la comunidad.
La lechería de Juneda se distinguía por su modelo de negocio único: una cooperativa láctea con un fuerte componente social. Su misión principal era ofrecer oportunidades de empleo digno a colectivos vulnerables, integrándolos plenamente en el proceso productivo. Este enfoque la convirtió en un referente de la economía social y solidaria dentro del sector agroalimentario, demostrando que es posible combinar la actividad comercial con un profundo compromiso social. El cese de actividades es un duro golpe para las personas que allí encontraban una fuente de empleo y propósito.
Las razones detrás del cierre son multifactoriales, pero giran principalmente en torno a la viabilidad financiera. Pese a los esfuerzos por mantenerla a flote, la lechería no pudo hacer frente a la presión de los costos operativos, la competencia del mercado y las fluctuaciones en el precio de la leche. Este escenario complejo refleja las dificultades que a menudo enfrentan los proyectos con un marcado componente social en un entorno económico altamente competitivo, y subraya la necesidad de apoyos específicos para asegurar su continuidad.
Para los productores lecheros de la región de Lleida, y para la industria láctea en general, el cierre de Juneda es una señal de alerta. La desaparición de este tipo de iniciativas no solo reduce la diversidad del mercado, sino que también elimina un modelo que demostraba la capacidad de la cadena láctea para generar valor más allá de lo puramente económico. La situación pone de manifiesto los desafíos estructurales que afrontan las pequeñas y medianas industrias lácteas en un contexto de consolidación y grandes volúmenes.
En definitiva, el cierre de la lechería social de Juneda es una noticia de gran pesar para el sector lácteo y para la economía social de España. Más allá de la pérdida de un punto de producción de leche, se extingue un modelo que probaba la viabilidad de la inclusión y la sostenibilidad social en la agroindustria. Este evento invita a la reflexión sobre cómo apoyar y proteger iniciativas que, como la de Juneda, aportan un valor incalculable a la sociedad.
Fuente: El País