La organización agraria COAG ha pedido una revisión de todos los contratos de compra-venta de leche entre ganaderos e industria, después de que el último informe de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) arroje 37 sanciones por incumplimientos en este sentido. «Cuando se detecte cualquier tipo de ilegalidad en los contratos hay que denunciarlo», subraya el responsable del sector lácteo de COAG, Gaspar Anabitarte.
La subida de dos céntimos por litro anunciada por algunas industrias «se queda corta» para cubrir el significativo aumento de los costes como consecuencia del aumento de precios de las materias primas para alimentación animal – 26% más en un año- y el incremento de la factura eléctrica. «Estas subidas no responden a los verdaderos costes de producción, que en términos medios se sitúan en 0,35 euros el litro, según el estudio de cadena de valor de la leche de vaca, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación», recuerda Anabitarte.
«La situación es insostenible para las pequeñas y medianas explotaciones familiares». Según los cálculos realizados por el Departamento de Ganadería de COAG, sobre la base de los datos del estudio de la cadena de valor de leche de vaca del MAPA, una explotación media tuvo que soportar, en el periodo 2018-2020, unas pérdidas mensuales de entre 1.231 y 1.464 euros.
Durante el citado periodo, los productores percibieron un precio medio de 0,32 euros el litro, mientras que el estudio cifra los costes medios en 0,35 euros el litro. Las consecuencias: 2.270 explotaciones se vieron obligadas a echar el cierre por falta de rentabilidad en apenas dos años, recoge Ical.