La Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) publicó los resultados del monitoreo de precios de alimentos realizado en Maracaibo, correspondientes a la primera quincena de agosto, en los que se destaca el acelerado incremento de los precios y los problemas de movilización que presentan los marabinos para el acceso a los alimentos.
Los inconvenientes en el traslado hacia los establecimientos de ventas de alimentos responden a razones como la escasez de gasolina, la ausencia de transporte público, la vigencia de medidas restrictivas para el tránsito y los horarios limitados de funcionamiento para los establecimientos. Esto ha obligado a muchas personas, incluyendo adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, a caminar extensos recorridos, incrementando, además, su exposición ante un eventual contagio de Covid-19.
Por otro lado, en este monitoreo de precios de alimentos, realizado del 12 al 15 de agosto en mercados de Maracaibo, los precios de los rubros marcaron un aumento global de +12%. A su vez, este valor total, significa una diferencia de +73% en comparación con los precios acordados por el Ejecutivo nacional.
Como ha sido la tendencia en las últimas quincenas, las proteínas experimentaron incrementos en sus precios. La carne de res de primera, de segunda y la costilla aumentaron en +21%, +16% y +8%, respectivamente. La carne de primera alcanzó un precio promedio de Bs. 1.231.467,42 por kilogramo; la carne de segunda de Bs. 1.062.504,55; y la costilla de res de Bs. 553.808,33.
Por su parte, el pollo en sus distintas presentaciones, también tuvo alza en sus precios. Así, el kilo de pollo entero, en promedio, cuesta Bs. 551.276,08 (+16% en comparación con la quincena anterior), es decir, +88% por encima de su precio regulado. El cartón de 30 huevos también aumentó de precio. Su costo promedio se ubicó en Bs. 706.233,33, cifra que representa 176,56% del salario mínimo mensual.
Además, el kilo de caraotas aumentó en +2% (Bs. 608.293,33) con una diferencia de +96% por encima de su precio regulado, mientras que el kilogramo de lentejas se encareció +39% (Bs. 642.660,00), estando +157% por encima de la regulación oficial.
Por su parte, la harina de maíz refleja una diferencia de +64% en comparación con su precio regulado, pues para esta quincena este producto, considerado como básico en las mesas de los marabinos, alcanzó un precio promedio de Bs. 283.395,23.
En el mismo sentido, la pasta presenta una diferencia de hasta +60% en comparación con su precio regulado, pues se ubica en Bs. 370.890,45. Otro cereal que encareció fue el arroz blanco, que subió +11% de precio, encontrándose en Bs. 248.357,27 por kilogramo.
La margarina aumentó su precio promedio en +16%, es decir, Bs. 526.037,91, lo cual representa 131,51% del sueldo mínimo vigente. También el aceite aumentó en +10%, con un costo promedio de Bs. 558.954,05 por litro, equivalente a 139,74% del salario mínimo.
En esta oportunidad, se monitoreó el costo de la leche, tanto en su presentación líquida como en polvo. Un litro de leche se ubica en Bs. 363.897,27 en promedio, lo cual representa un incremento de +222,98% si se compara con el monitoreo realizado el mes de marzo de este año.
Entre tanto, el kilogramo de leche en polvo alcanzó un precio de Bs. 1.908.237,68, es decir, +119,18% superior a su precio en marzo, y una diferencia de +35,81% si se compara con su precio regulado. Para adquirirlo, se requiere el equivalente a cinco salarios mínimos vigentes, ubicado en Bs. 400.000,00 por mes.
Crisis por disponibilidad y acceso a alimentos se agudiza
La canasta Codhez, que comprende el conjunto de 21 precios de alimentos básicos monitoreados, alcanzó para la primera quincena de agosto un valor total de Bs. 12.230.193,78, lo cual representa 3.057,55% del salario mínimo, cuyo monto está fijado en Bs. 400.000,00 mensuales. Esto, a su vez, equivale a USD 42,23 que, en atención a un salario mínimo mensual equivalente a USD 1,38, evidencia una notoria insuficiencia del poder adquisitivo.
Ante esto, Codhez reitera que las medidas para el rescate de la seguridad alimentaria en la región son urgentes, necesarias y esenciales. El Estado venezolano está en la obligación constitucional de garantizar los alimentos, la producción interna y la estabilidad de los precios mediante políticas serias y sostenibles.
La organización de derechos humanos ratifica su llamado de atención a las autoridades competentes para que atiendan con prioridad el acceso a la alimentación adecuada de las personas, quienes se ven obligadas a desmejorar su alimentación, e incluso no poder alimentarse, todo lo cual deriva en una irreparable pérdida de condiciones de salud que intensifican la vulnerabilidad ante enfermedades, sobre todo en este contexto de pandemia.
A su vez, Codhez ratifica la necesidad de atender con prioridad a las poblaciones vulnerables que enfrentan mayores impedimentos para el acceso a los alimentos.