Donde la robotización contribuye al bienestar animal y la salud del tambero y eficietización de sus tiempos. Con los animales en galpones cerrados, con temperaturas y hasta respiración controlada”.
Sobre el uso de collares teledetectados, indicó: “Cada animal tiene un collar con el que se monitorea el comportamiento. Por ejemplo, saber su ubicación, si está en celo o no y separarlos del rodeo con puertas automáticas según su estado de salud, es decir, muchas propiedades y usos”.
“Hace pocos días se presentó en Argentina el sistema más avanzado. Hasta hace poco, el collar revelaba los ruidos del animal a un software traductor, por ejemplo de la actividad ruminal. Estos últimos collares, ahora tienen una gran cantidad de sensores que transmiten información a una determinada antena y un software que posibilita al tambero trabajar sobre los pilares básicos de la actividad lechera: la reproducción, la salud, el parto y la nutrición; online en el celular”, indicó a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO el periodista agrario Daniel Valerio.
MAMÁ ROBOT
Citó que “hay un ejemplo claro de un tambo con 7.000 vacas estabuladas en ordeñe y solo se mueven para producir 35 litros y medio, ordeñadas 3 veces por día, Adecoagro en Christophersen, provincia de San Fe”.
Y agregó: “Además este sistema aumenta el porcentaje de preñez. Con el ojo, la efectividad en detección de celos es del orden del 70%. Con los nuevos sistemas el orden de detección de celos es del 90% a 95%, con lo cual mejora sustancial del índice de preñez y acortás los tiempos entre un parto y el otro. A su vez, tienes más ciclos productivos de leche a lo largo de su vida”.
REVOLUCIÓN
Estas nuevas tecnologías son alentadoras en cuanto a la resolución de problemas futuros de la sociedad y aunque también generan debates en los social y hasta antropológico, son ya una realidad cuya sinergia no se detiene.
Así lo afirma finalmente Valerio: “Es una revolución y lo que se viene en investigación y desarrollo, los temas vinculados a la robotización continuarán su carrera tecnológica, así como la crianza de las terneras donde los robot reemplazarán a las vacas en sus primeros días de vida, con sistemas teledetectados en un comedero, por ejemplo, que reconoce al animal por su fecha de nacimiento y peso, por ejemplo, y regula cuánto sustituto lácteo y luego alimento darle con una precisión asombrosa”.
EN NÚMEROS
100 mil dólares cuesta un robot de ordeñe. Los dispositivos de puertas inteligentes son otros 25 o 30 mil dólares.