En 2018, Colombia vivía el auge de las cadenas hard discount y los consumidores encontraron nuevas marcas y productos que se ajustaban a su bolsillo, principalmente en productos básicos como la leche.
Pero no todo era perfecto, se constató que empresas lecheras como Alpina, Alquería y Colanta encontraron que sus nuevos competidores de bajo costo estaban engañando a los consumidores, ofrecían leche supuestamente entera, pero que en realidad estaba diluida, rendida o rebajada con lactosuero.
Tuvieron que pasar seis años para que el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) emitieran la Resolución No 2270 de 2023, que regula el mercado lácteo. Con ella, hoy se puede evidenciar qué plantas de producción de leche están rindiendo su bebida con lactosuero, lo que es considerado una adulteración ilegal del producto.
Desde el pasado 28 de diciembre, en Colombia, el límite máximo que puede tener un litro de leche entera son 30 miligramos de lactosuero. En caso de encontrarse una concentración más alta, el producto es considerado adulterado ya que no tiene los mismos nutrientes de una leche entera.
Pero, ¿por qué la adición de lactosuero se considera un acto de adulteración? Para comenzar, técnicamente el lactosuero se obtiene de la elaboración del queso, es el residuo de agua y minerales que queda después de la separación de las proteínas de alta calidad.
“A partir de un litro de leche se obtienen aproximadamente 100 gramos de queso y los 900 gramos restantes son lactosuero, que básicamente está compuesto en un 93% de agua y un 7% de minerales como lactosa, proteína y vitaminas hidrosolubles”, explicó Bernadette Klotz, directora científica de Alpina y bióloga en septiembre de 2022 a Goula.
El lactosuero está presente por naturaleza en la leche. Sin embargo, en Colombia, el lactosuero es considerado un desperdicio y lo están utilizando para diluir leche entera, “es malo porque tiene la intención fraudulenta de engañar al consumidor”, explica Felipe Pinilla, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac).
“No podríamos ser categóricos en decir que el lactosuero es malo para la salud. La evidencia científica dice que contiene lactosa y algunas características que realzan el sabor y el color de la leche. Sin embargo, es claro que sus propiedades nutricionales no son iguales a las de la leche entera”, dice Lucía Correa de Ruíz, nutrióloga de la Asociación Colombiana de Dietistas y Nutricionistas (Acodin)
Y agrega que algunas personas pueden presentar alergias y problemas de orden digestivo por su ingesta, por lo tanto, su consumo tiene que hacerse de manera adecuada y controlada.
La doctora y nutricionista Patricia Savino Lloreda añade que la proteína y los micronutrientes de la leche son acumulativos, por ejemplo, si alguien consume leche rendida con lactosuero todos los días comenzará a acumular un déficit de nutrientes.
“Todos entendemos que esto es mucho más grave, porque estamos acumulando déficits nutricionales en los niños, lo que afecta su desarrollo tanto físico como cognitivo. Entre más temprano sea esta afectación, son más graves y menos reversibles las consecuencias”, indica Savino.
Nueva norma, nuevas sanciones contra la leche adulterada con lactosuero
Antes de la Resolución No 2270 de 2023, en Colombia existía una complejidad para sancionar a quienes rindieran leche con lactosuero. El único camino era a través de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), que, en 2022, tras una exhaustiva investigación por competencia desleal y engaño al consumidor, encontró qué empresas estaban rindiendo leche entera con lactosuero, estás fueron: Gloria Colombia con su marca Medalla de Oro, Lactalis Colombia con Parmalat, Sabanalac con Leche De la Cuesta, y la Compañía Procesadora y Distribuidora de Lácteos con Hacienda San Mateo – Alkosto.
Ante ese único recurso surgieron organizaciones civiles como la Alianza CuídaLE, que de la mano de los principales productores de leche del país, insistió en la necesidad de crear una normatividad que protegiera a los consumidores del país.
“No es justo que se adultere la leche con lactosuero, porque este subproducto baja la calidad de la leche. Trabajamos para que la niñez, las madres gestantes y las familias accedan a productos que no tengan alterados valores nutricionales”, señala Martha Ordóñez Vera, directora ejecutiva de la Alianza CuídaLE.
Con la aparición de la nueva normativa, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) inició desde febrero una operación para investigar e identificar a las empresas que están rindiendo la leche. La medida busca transformar la cadena de producción de leche, en la que existen 110 plantas de producción en el país, las cuales se abastecen de más de 3 mil 600 pequeños y medianos ganaderos, que a su vez tienen 7 millones de cabezas de ganado, al año generan cerca de 7 mil 400 millones de litros de leche al año.
Durante febrero y marzo de este año, el Invima ya encontró irregularidades en dos plantas de producción, Alimentos Pippo S.A.S. y Alimentos Montecarlo. En estas plantas se producen cinco marcas de leche entera (Aro, Lelé, Medalla de Oro, y Colandes) que registraron niveles por encima de lo permitido, lo cual llevó al decomiso de 41 mil 700 unidades de un litro de leche.
Una de estas plantas productoras, Alimentos Pippo, es proveedora de la leche que consumen los niños beneficiarios de los Programas de alimentación Escolar (PAE) en ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Barrancabermeja y Piedecuesta.
La directora de alimentos y bebidas del Invima, Alba Rocío Jiménez, sostuvo que hay otras ocho plantas que no cumplen con la norma. “Estamos a la espera de conocer los resultados y el nombre de estas empresas”.
Ante la aparición de leche adulterada, el proceso a seguir es que el Invima impone una sanción sanitaria que implica la suspensión de la producción, el decomiso de los productos en almacenamiento y un proceso de adaptación de la planta entre los que se encuentran acciones para ajustar procesos en la cadena productiva y monitorear y controlar proveedores.
La responsabilidad de la venta de leche rebajada es directamente de la planta de producción. En caso de encontrar que están engañando a los consumidores y se ejerce competencia desleal, las empresas podrían ser sancionados con multas hasta de 100 mil salarios mínimos legales vigentes, es decir, cerca de 130 mil millones de pesos*.
Los impactos económicos de la leche adulterada con lactosuero
Las principales empresas del sector lácteo en Colombia fueron las impulsoras de reglamentar esa práctica de competencia desleal que genera una reducción de los márgenes de ganancia en la cadena productiva de la leche.
Un estudio de la organización Alianza CuídaLE evidencia que la ganancia que tiene una empresa que adultera su leche con lactosuero es del 35%, pues logra entregar un precio al consumidor de hasta 50% menos en comparación con las empresas que venden leche entera. Respecto de los costos de producción, se estima que rendir la leche con lactosuero es un 20% más barato que producir leche entera.
Según Analac, por esta práctica en Colombia se han dejado de vender un millón de litros de leche entera. Su presidente, Felipe Pinilla señala que esta situación también ha generado incertidumbre y desconfianza en los compradores, por lo que el consumo ha reducido en los últimos dos años, pasó de 160 litros a 140 litros, por hogar en el país.