El consumo habitual de yogur ha sido objeto de atención por sus posibles beneficios nutricionales: proteínas, calcio, vitaminas del grupo B y, en muchos casos, probióticos (cultivos vivos que podrían favorecer la flora intestinal). Según la sección Food Features — Yogurt de Harvard T.H. Chan School of Public Health, el yogur es un alimento “nutrient-rich” que puede insertarse dentro de una dieta balanceada.
¿Por qué el yogur aparece como un alimento saludable?
El yogur fermentado reúne varias ventajas:
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Es una fuente de calcio y proteína de alta calidad, nutrientes clave para huesos, musculatura y función general.
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Puede contener probióticos, lo que abre la puerta a beneficios intestinales, inmunitarios y de microbioma.
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Diversas guías lo incluyen como opción frecuente dentro de patrones alimentarios saludables. Por ejemplo, Harvard lo destaca como alimento que se puede comer “a diario o al menos con frecuencia”.
No existe una regla estricta para “todos los días”, pero algunas recomendaciones clave:
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Elegir yogures naturales o sin azúcar añadida. Harvard advierte que los yogures saborizados pueden contener un exceso de azúcares que contrarrestan beneficios.
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Considerar el contenido de proteína: los yogures estilo griego (“strained yogurt”) suelen tener mayor contenido proteico.
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Tener en cuenta la grasa, el tipo de leche, y para quienes prefieren alternativas vegetales, asegurarse de que estén fortificadas (calcio, proteínas) pues podrían no tener los mismos nutrientes que el yogur lácteo.
Beneficios potenciales y alertas
Beneficios:
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Un estudio reciente indicó que el consumo habitual de yogur (dos o más porciones por semana) se asoció con un menor riesgo de cáncer colorrectal proximal positivo para Bifidobacterium.
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Puede contribuir al bienestar intestinal mediante la modulacion del microbioma.
Alertas y consideraciones:
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Si eres intolerante a la lactosa o sensible a los lácteos, deberías elegir yogur bajo en lactosa o alternativas.
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Elegir yogur con alto contenido de azúcares añadidos, saborizantes o rellenos puede reducir los beneficios.
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No debe reemplazar una alimentación variada: comer yogur no hace que otros grupos de alimentos sean innecesarios. Harvard enfatiza que “añadir algo de lácteos puede ayudar”, pero la dieta global es lo que importa.
Conclusión: ¿Deberías hacerlo parte del día a día?
Sí — en muchos casos, incluir yogur regularmente en la dieta puede ser una buena estrategia nutricional. Pero “todos los días” no significa sin criterio: debe ser un yogur de calidad, en porción adecuada, y dentro de un patrón alimentario saludable.
Consejos prácticos para incorporar el yogur de forma saludable
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Opta por yogur natural sin azúcar añadida, luego añade frutas frescas, nueces o semillas para sabor y variedad.
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Considera usar yogur griego para mayor proteína, o yogur lácteo entero si prefieres textura más cremosa (y tu plan nutricional lo permite).
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Inclúyelo en distintos momentos del día: desayuno con frutas, snack de media tarde, sustituto de crema en salsas o aderezos.
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Verifica etiqueta: busca que diga “culturas vivas y activas” (“live and active cultures”) si te interesan los probióticos.
(Basado en información de Harvard T.H. Chan School of Public Health, revisada en noviembre de 2019) The Nutrition Source