Durante del invierno cuidar a los terneros del tambo de las bajas temperaturas es fundamental y deben considerarse algunos puntos para resolver puntos críticos.
Por: Gladys Bilbao, Roberto Rubio, Aldana Pinto de Almeida Castro y Sofía Gatius (docentes de la Facultad de Ciencias Veterinarias de UNCPBA) Fernando Martino (Estudio AVIS) Jorge Lovato (Nutriar) Melina Oliva (actividad privada) | Agosto 01 de 2019 | Crianza, Terneros

Ciertas categorías del tambo, como la crianza artificial de las terneras, pueden sufrir durante ciertas épocas del año. Si en el invierno no se tiene precaución suficiente en el plan sanitario y la protección contra vientos el frio en las guacheras el resultado pueden ser importantes pérdidas económicas.
El alimento sólido y liquido correctamente ofrecido, sea leche cruda o sustituto lácteo, a temperatura constante, con ingestión de agua segura criados con las instalaciones limpias y con buen mantenimiento junto con el control del ambiente son puntos críticos que en la guachera deben considerarse para minimizar peligros y resolver puntos críticos.
En casos graves con problemas climáticos de viento sur y frecuencia de días muy húmedos la prevención de sanidad a través de la vacuna del Complejo Respiratorio bovino aplicada a la madre durante el preparto es prioritario, también vacunar contra Diarrea Neonatal y garantizar asistencia a la etapa peripartal en ésta categoría es esencial. Esta estrategia vacunal debe ser prescripta por el Veterinario actuante quien conoce la situación sanitaria regional ya que la cantidad de dosis y contenido de la vacuna puede variar y debe adecuarse a cada sistema. Ambas vacunas sostienen la protección necesaria pero deben acompañarse con una alimentación segura, y un ámbito limpio, sin charcos ni presencia de animales ajenos al sector crianza como aves de corral, gatos, perros o roedores que a veces son atraídos por el olor a alimento balanceado que consumen los terneros.
En categorías jóvenes los cuidados en la guachera y la recría son una buena inversión cuyo resultado es mejores tasas de morbilidad y mortalidad. La ubicación de las estacas o las jaulas resguardadas de los vientos detrás de rollos o la utilidad de “capitas protectoras” pueden ser de mucha utilidad. Al desleche, cuando finaliza la crianza artificial, la salida a la recría llamado periodo de adaptación, requiere desparasitar y aplicar un complejo vitamínico mineral y durante la recría evitar perdida de GPD con el lote bien desparasitado. La recría es una categoría de riesgo, su protección adecuada garantiza salud productiva en la vaca adulta. La sanidad preventiva en ésta etapa es una inversión para el futuro.
Cada región y sistema de producción para cada Establecimiento requiere una planificación sanitaria adecuada, esto incluye cuidar el ambiente, por ejemplo con un alambrado perimetral que proteja y limite el acceso de personal y potros animales ajenos a la guachera.
Durante el invierno las categorías jóvenes también requieren un mantenimiento estricto del programa racional antiparasitario junto con suplementos vitamínico-minerales bioasimilables y ofrecidos mezclados con el alimento o inyectables de acuerdo a cada caso, lote o deficiencia mineral regional.
El bienestar animal durante la crianza artificial y mantenimiento del confort se asocian a la sanidad para garantizar vacas sanas que producen leche sana y paren terneros/as con una salud cuyos indicadores productivos no superen un 4% de mortandad y un 15% de morbilidad con un peso de ganancia diaria (PGD) con y crecimiento y desarrollo adecuado a cada sistema.
Claudio Glauber es docente y especialista en lechería de FAUBA – cglauber@fvet.uba.ar

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