El año lechero estuvo marcado por una negociación paritaria que fue muy dura y dejó heridas abiertas en la antigua comisión directiva.
En esta paritaria, aunque no termino como la tragedia lírica de Felice Romani con música de Vincenzo Bellini, hubo CAPULETOS Y MONTESCOS, debido a que la negociación fue una obra de dos actos.
Pero las heridas también se abrieron entre los empresarios lecheros. Curar esas heridas llevó mucho tiempo y muchas reuniones por Zoom. Esta interna demoró la elección de las nuevas autoridades, debía hacerse en septiembre, pero se procuró mejorar las relaciones internas y no votar con el “calor” de las paritarias encima.
Pero al momento de nombrar postulantes una nueva grieta se abrió. El Director de una Multinacional se autoproclamó como candidato, apoyado por otro director de una multinacional. y esto sorprendió a algunos integrantes de la comisión. Ante esa postura, apareció en escena un experimentado integrante del CIL (tiene casi tantos años como la entidad) que propuso como candidato a alguien que lleva mucho tiempo dentro del Centro y está identificado con la lechería bonaerense.
Nuevamente se abría una grieta entre los industriales, hasta que del norte santafecino sonó el nombre de Felippa. La propuesta ganó consenso casi de inmediato, su fuerte pertenencia al sector, con conocimiento de todos los eslabones de la cadena, su rol como gremialista de la industria cordobesa y un perfil recto en su conducta pública fueron los valores destacados por los miembros de la Cámara.
Felippa se comprometió a dar un giro en la actualidad del CIL, tener más presencia en los medios y en los espacios donde se discuten temas relacionados con el sector. Además, se fortalecerán las comisiones internas, las cuales también se renovaron y prometen trabajar de manera más activa.