Ser competitivos, eficientes es quizá la frase que más repitió el número uno de Arcor en la entrevista con APERTURA tras haberse mantenido en el top-3 del ránking de las 100 Mejores Empresas en Imagen que realiza SEL Consultores con el voto de los líderes de opinión.
Modesto Magadán, que ya cumplió su primer aniversario al frente del grupo argentino con presencia en más de 100 mercados, enfatiza la importancia de ser competitivos pese a la coyuntura en el país de origen, en su caso, la Argentina -un 70 por ciento en su mix de ventas-, un mercado que en 2024 vivió un año muy complejo, especialmente, en consumo masivo, con caídas de dos dígitos, según la categoría.
“Las categorías que más cayeron son las relacionadas con la compra por impulso, como golosinas y chocolates, y alimentos y galletas se mantuvieron”, detalla el número uno. Justamente, golosinas y chocolates representa más del 35 por ciento de las ventas, mientras que galletas le siguen, con el 23 por ciento.
Así, Magadán apuesta este año a seguir creciendo en la región con inversiones en Perú, donde Arcor compró una marca de chocolates y golosinas.
¿Caída de cuánto?
¿La integración vertical también ayuda?
Hoy tenemos tres negocios: Consumo masivo, Packaging y Agronegocios. En su momento, nacieron como integración vertical, pero que luego se fueron convirtiendo en negocios en sí mismos. Hoy, el grupo, en las ventas de esos negocios, participa solo entre el 10 y el 20 por ciento, con lo cual ya son negocios que trabajan para otras empresas. Pero es verdad que nos permiten trabajar en la eficiencia de la cadena de valor. Tenemos que ser competitivos en los tres negocios y esto hace que debamos mantener un nivel de inversión en toda la cadena. El negocio más conocido es el consumo masivo y es el más internacionalizado de todos.
¿Hay expectativas de que se equiparen las tres unidades en el mix de facturación?
No tenemos el objetivo que los tres negocios se vayan equiparando, pero sí que todos crezcan. El crecimiento está en nuestro ADN e, incluso, eso nos lleva a innovar en áreas que no sean para nuestro negocio. Por ejemplo, desarrollar un ingrediente que no sea para nuestros negocios, sino para terceros, o packaging que, quizá, el grupo no consume.
¿El crecimiento de esos negocios puede pasar por la internacionalización?
En parte sí. Hoy se están regionalizando. Por ejemplo, el negocio de ingredientes hoy trabaja fuerte Cono Sur, lo que es Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú también. Y, en el negocio de packaging, ya tenemos fábrica en Chile y en Perú.
¿Hay previsto para este año algo en este sentido?
En packaging, estamos haciendo inversiones tanto en Perú como en el país.
¿Y en llegar a otros mercado?
Sí. En packaging, estamos trabajando en eso y en agroindustria estamos trabajando en temas de exportación que tienen que ver con productos, ingredientes especiales que, a través de nuestra red y la de Ingredion, van llegando a otros países.
¿La inversión local tiene que ver con la visita que hicieron a San Luis y San Juan?
En Cuyo, que están en zafra, normalmente tratamos de hacernos una gira y charlar con los gobernadores de las provincias. Somos uno de los empleadores privados más importantes.
Y anunciamos una planta de bolsas de papel en San Luis, con una inversión de US$ 15 millones.
¿Es para el mercado local?
Sí, para el mercado local y puede haber algo de exportación. Ya hacíamos bolsas de papel en Papel Misionero y ahora se suma esta planta en San Luis.
La visita a San Juan fue para ver la actividad, es plena zafra de tomate. No hay inversiones nuevas previstas. Sí crecimiento en la medida que se pueda.
¿Esta planta estaba prevista? ¿Por qué ahora?
Se fue dando. Teníamos una planta que estaba máxima capacidad y son inversiones que se planean con algunos años de anticipación.
¿Tienen en carpeta otras inversiones?
Estamos concentrando inversiones en los que es eficiencia y productividad, como lo venimos haciendo siempre, pero con mayor vehemencia, para ser más competitivos. Por ejemplo, velocidad de líneas, digitalización de toda la cadena.
Exportamos a 100 países. Con lo cual, ser competitivo está en nuestro ADN. Si no, no podríamos estar en esos mercados. No podemos ganar un mercado y, al otro año, dejarlo por una coyuntura de nuestro país de origen. Y eso significa inversiones constantes en tecnología, eficiencia, entre otras.
Otro ejemplo: estamos trabajando mucho con una plataforma BtB que tenemos con los kioscos, que se llama Tokin. A ella, tienen acceso los 250.000 puntos de ventas que atendemos.
También, estamos trabajando con IA en toda la cadena de valor que nos permite ser más asertivos.
Hoy, justamente la Argentina no es muy competitiva…
Por eso te decía: más allá de la coyuntura, yo necesito ser competitivo. No puedo entrar a un mercado y porque cambió la coyuntura en la Argentina, salir de ese mercado. Me saldría muy caro. Y esa competitividad tiene que ver con la coyuntura. Es tipo de cambio, sí. Pero no solo eso: es infraestructura, es puertos, ferrocarriles, desburocratización. Y, por supuesto, inversiones contantes. Si Arcor no hubiera invertido, no podríamos estar en 100 países.
La infraestructura, los puertos no dependen de ustedes. ¿Cree que, hasta ahora, se puso el foco en lo fiscal y ahora hay que poner más foco en lo industrial?
Creo que el Gobierno hizo un buen trabajo y necesario en un ordenamiento de la macro: bajar la inflación, estabilizar el tipo de cambio, controlar el déficit fiscal. Como todo, es un ciclo. Hay que consolidar estas cosas y trabajar más. Estructuralmente, la Argentina tiene que trabajar para hacer a sus empresas más competitivas y, también, para atraer inversiones.
El Gobierno tiene una postura de mayor participación del privado en muchas de las inversiones. ¿Qué opinás al respecto?
Hay inversiones que tienen que hacer los privados e inversiones que tiene que hacer el Estado. Y hay inversiones que se van a dar en la medida que haya reglas claras de juego.
“Estructuralmente, la Argentina tiene que trabajar para hacer a sus empresas más competitivas y, también, para atraer inversiones”
¿Todavía no hay?
Empiezan a haber reglas más claras, pero hay muchas cosas que todavía tienen que estabilizarse. Toda esa consolidación va a ir trayendo pero sí creo que hay inversiones que tiene que hacer el Estados y otras, los privados. Sí creo que ese esquema público-privado trabajando en conjunto es lo que le falta a la Argentina.
¿Hasta ahora el privado estaba reticente por la incertidumbre?
Sí. O no tenía las herramientas o los medios. No tenías acceso a financiamiento.
¿Hoy el acceso al financiamiento mejoró?
Sí, empieza a haber más hay acceso. Va ir habiendo más en la medida que volvamos a insertarnos en el mundo. Todavía seguimos teniendo cepo, entre otras cosas.
¿El cepo es una traba?
Para normalizar el país, es necesario salir en algún momento. No hablo de tiempos porque no los tengo claros.
¿Ustedes acaban de lanzar un ON: para qué es este dinero?
Es parte de nuestro programa de financiamiento anual. No es para algo específico.
¿Cuáles son las expectativas en cuanto al consumo?
La inflación viene mejorando. En el inicio de año, continuamos viendo que esa pequeña recuperación que veíamos está siguiendo su camino. Una recuperación pequeña pero constante. Hablaban de la pipa. No es esa curva pero sí una recuperación.
¿Y para este año tienen previsto crecimiento?
Sí, vamos a crecer. No estamos pensando, en las categorías que más sufrieron, volver a 2022, pero sí crecer con respecto a 2024 y recuperar niveles de actividad. Vamos a tener muchos lanzamientos, que es la dinámica con las que se mueven muchas de las categorías. El año pasado, tuvimos aniversarios de varias de nuestras marcas: Bagley cumplió 160 años; Bon o Bon, 40; nuestra planta de Caroya, que es donde se producen los chocolates, cumplió 30.
Y eso fue interesante porque, más allá de la coyuntura, fue un año que, de alguna manera, estuvo marcado por crecimientos que tuvo Arcor en su momento.
¿Qué implica para ustedes la apertura del país?
Estamos acostumbrados a competir. Como exportamos, tenemos que ser competitivos y hoy podemos competir porque invertimos en su momento. En el mercado local, el valor de nuestras marcas y conocer los gustos de nuestros consumidores es un gran valor agregado que podemos dar. También, la cercanía a todos nuestros stakeholders, no solos a los consumidores, sino también a los proveedores y a nuestros clientes.
¿En 2025 cuáles van a ser sus avenidas de crecimiento?
Estamos trabajando mucho en consolidarnos y crecer en América latina: tenemos presencia con plantas en Brasil, Chile, Perú y México.
A fines de 2024, compramos Sayón, una marca líder en golosinas y chocolates en Perú y hoy ya está empezando a operar con nosotros. Arcor tenía en ese país una operación de más de 30 años con una planta fabril y ahora sumamos esto, y eso nos permite consolidarnos en ese mercado.
Además, tenemos una planta en Angola, fuera de la región, que ya se estabilizó y empezamos a exportar a todo lo que es África subsahariana. Y, a fines del año pasado, inauguramos un hub en Dubai. Con esto, estamos atendiendo de una manera mucho más cercana y dando un mejor servicio a todos nuestros clientes de esa región.
¿Tiene en carpeta alguna nueva adquisición?
Siempre estamos analizando oportunidades. Pero, por ahora, no tenemos nada en carpeta. Hoy, estamos apuntando más a un crecimiento orgánico. Pero, por supuesto, estamos atentos.
A algo más de un año de haber asumido como gerente general, ¿qué balance hace de la transición?
La transición fue como estaba planificada y se dio naturalmente, y 2024 fue un año donde pudimos consolidar los equipos, ratificar este ADN de crecimiento que tenemos y el compromiso con la calidad y la innovación.