Su historia se remonta a hace 13 años cuando llegaron a la compañía María Auxiliadora con su esposa Idalina Giménez y muchos sueños a cuestas. Adquirieron una propiedad de 6 hectáreas y una vaca preñada de tres meses, y a partir de ahí empezaron a trabajar pero no veían mucho avance, sin embargo empezó a capacitarse y a conocer el manejo de las vacas lecheras.
Mejoró la genética
Don Flaminio dijo que adquirió un ejemplar holando de buena genética para ver si era cierto lo que decían, y se dio cuenta de que con un buen cuidado daba más leche que las vacas tradicionales. A esto él le sumo su capacitación para aprender inseminación, y a partir de ahí empezó a mejorar su hato de lecheras. Actualmente cuenta con 30 vacas en producción y en invierno llega a casi 1.000 litros de leche por día.
Inbio hace 3 años
Buscando salir adelante llegó hasta el Instituto de Biotecnología Agrícola, institución con la que trabaja desde hace tres años en todo lo que tiene que ver con mejoramiento de suelo con abonos verdes y otras prácticas, además del cultivo de maíz (antes 25.000 kilos para ensilado hoy 50.000 kilos) y soja (antes 3.600 kilos por hectárea hoy cree que superarán 4.500 kilos) todo para la nutrición animal, dentro de una parcela de 3 hectáreas, demostrando que no se necesitan cientos de hectáreas para salir adelante.
Créditos y paso a paso
Con gran sinceridad, el señor Flaminio explicó que todo lo que han logrado fue paso a paso y que mucho le debe a su esposa con quien empezaron a ahorrar, “la única forma de salir adelante es ahorrar e invertir, pero esto no es rápido, es un paso a paso. Nosotros no tenemos muchas vacas lecheras, pero hay proyectos de aumentar.
Nuestro entrevistado hizo una mención especial además del Inbio y los técnicos del Ministerio de Agricultura que lo ayudan, al Banco de Fomento que le otorgó los créditos para poder encarar sus proyectos.
Rubros de consumo
Don Flaminio dijo que con su esposa Idalina administran el dinero, a el le toca el tambo y a ella el manejo del gallinero, la huerta, además de otros quehaceres, ya que en el campo uno debe saber aprovechar.
Finalmente nuestro entrevistado instó a otros productores a apostar a la tecnología, ya que “el yvyra acuá ya no sirve”, tenemos que cambiar nuestra mentalidad y podremos salir adelante, finalizó.