La noticia representó un cimbronazo para el gremio, que desde hace más de dos años venía haciendo gestiones para que la láctea recibiera un desembolso de nada menos que 60 millones de dólares, o 6.500 millones de pesos, que según ellos permitiría mantener activa a la empresa y sostener a toda la estructura de empleados. Para muchos, sin embargo, este interés era nada menos que un sinónimo de que buscaban obtener su propia tajada.
Para conocer la postura de esa Asociación, Bichos de Campo entrevistó a una alta fuente del Consejo Directivo Nacional de Atilra.
-¿Cuál es la justificación del paro anunciado para mañana?
-La justificación de este paro es que es el principio de una cadena de medidas que busca que el gobierno reaccione y cumpla con la palabra comprometida. Nosotros estamos pidiéndole salvataje al gobierno y él fue el que diseño el mecanismo y la herramienta. Nosotros en su momento, cuando se diseñó así, nos sentamos y teníamos serias discrepancias en cuanto a la cantidad de gente, los plazos, los términos, y tuvimos que solucionar esas cosas, algunas con los inversores y otras con el ministro de Trabajo. Se crearon una serie de herramientas que todas quedaron bajo el titulo mediático de “fideicomiso”.
Y continuó: “Desde noviembre del año pasado, en presencia de Matías Kulfas, Claudio Moroni y el presidente del Banco Nación, se comprometieron a eso. Después nos empezamos a dar cuenta que en los estratos oficiales, por la deuda que tenía SanCor, tenían que prestar conformidad en el FONDEP y hubo gente que le empezó a poner trabas a esto. Luego vino Sergio Massa y ya los interlocutores no lográbamos conversar con los responsables. De repente nos dicen desde el gabinete de asesores de José Ignacio De Mendiguren que esto ahora tendría que ser hablado con el Chino Navarro, porque esto se manejaría a través del INAES y que el fideicomiso no iría más. Pero tampoco proponen una solución. No tienen ninguna solución en ciernes”.
-¿Ustedes tienen una alternativa para proponerle al gobierno?
-¿Nosotros? Nosotros lo que tenemos que pedirle al gobierno es que cumpla lo que prometió. No hay tiempos para empezar a generar otra solución. SanCor ya no tiene tiempos para todo esto. La gente viene sufriendo más de tres años con mermas en sus ingresos, con un gremio bancando una salud de la cual no recibe aportes, en fin. Claramente salimos a llamarles la atención para que cumplan con lo que tienen que cumplir. Por otro lado los inversores dicen que ellos van a mejorar su inversión y tienen un plan para hacerlo sensiblemente pero no alcanza.
“Es necesario el Gobierno, entre otras cosas porque faltan herramientas que permitan que por un lapso de dos años, que va a ser lo que demore la puesta en funcionamiento de toda la maquinaria necesaria, genere soportes para la gente que no tendrá la ocupación plena en ese lapso. También para que se generen mecanismos de financiamiento de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Todo eso que estaba coordinado, al decir que ‘se cayó’, quedó en la nada. El gremio reacciona como lo debe hacer”, agregó a continuación.
-Esos inversores que “mejorarían sensiblemente la oferta”, son los mismos privados que ya se habían dado a conocer.
-El mismo grupo, sí. No sé si seguirán todos pero es el mismo.
Según esta confirmación se trataría de José Urtubey (Celulosa Argentina), Marcelo Figueiras (Laboratorio Richmond), Gustavo Scaglione (del medio La Capital de Rosario, perteneciente al grupo Vila-Manzano), y el abogado Leandro Salvatierra.
-Este salvataje que suponía la inversión de 60 millones de dólares o 6.500 millones de pesos, que iban a ser erogados desde las arcas del Banco Nación, ¿no les parece demasiada inversión estatal para salvar a una sola empresa?
-No, es poco. Hoy SanCor tiene una deuda que supera los 300 millones de dólares, impaga y exigible. Hay un concurso extrajudicial no cumplido, mora con la AFIP, deudas fiscales por todos lados, le debe al gremio de la obra social una enormidad de dinero, que ni siquiera estamos pensando demasiado en eso. Esos 60 millones es el mínimo indispensable para un puente. Es decir, es poner el tema en la otra orilla, es empezar a tener una empresa operativa y equilibrada. A partir de ahí hacen falta inversiones para empezar a caminar. Este equilibrio que dicen que existe, no existe. Cuando los de SanCor dicen que están equilibrados es porque pueden pagarle los insumos a los tamberos, que son ellos mismos. Se pueden pagar a ellos. ¿Y la gente? Y al Estado tampoco le pagan. Es un equilibrio inexistente y egoísta. Se miran el ombligo.
-Si esa plata es poca, si es el primer estímulo que se necesita, ¿de dónde provendría el resto?
-Lo demás es tema de los inversores y la empresa.
-¿Ustedes creen que los inversores sabían que eso se iba a necesitar?
-Yo te tiro el salvavidas, te saco del agua y te pongo en la orilla. Ahora tenés todo para caminar, caminá.
-Entonces lo sabían.
-Ellos saben que después van a necesitar más dinero. Ellos se hacen cargo de una empresa que no está cayéndose al precipicio, porque no se podrían hacer cargo de una que si lo esté. Tenemos que estar parados en tierra firme.
-Vuelvo sobre la misma idea. Si este dinero es el mínimo indispensable para que SanCor vuelva a caminar, ¿no hay entonces otras alternativas?
-No se puede ser soberbio y decir “la única solución es la que yo conozco”. Pero si hay otra, nadie la expuso. Y claramente es necesario el apoyo del Estado en eso. Esas son las premisas. Si el Estado tiene otra salida que sea inmediata, porque acá también se dejaron agotar los tiempos… Se demoraron dos años y pico. El señor “más adelante” ya está acá.
-¿Qué acompañamiento notan de cara al paro de mañana, teniendo en cuenta que está anclado en este reclamo?
-El de mañana es un acompañamiento que los trabajadores lo van a seguir. Los dirigentes gremiales que se expresan, Etín Ponce es uno de ellos y sabe conducir, tienen claro que los paros no son antojo de los directivos. Los paros tienen una base de sustento en la gente, que tiene que ser inequívoca y clara. Mañana el paro es para SanCor y va a parar todo SanCor, seguramente.