“Fue un bloqueo sorpresivo a la planta” comienza narrando el también apoderado legal de la firma sobre el impedimento de trabajar de parte de ATILRA a la usina láctea que comenzó el 18 de julio y se frenó el 20 a la noche cuando se dictó la conciliación obligatoria.
“En ese receso por conciliación se reunieron las partes de la patronal con las del gremio quedando a la espero por parte del ministerio (de trabajo); cumplida la conciliación el Estado no había definido nada para resolver el conflicto, y en ese momento se produjo nuevamente la toma de la planta obstruyendo el trabajo de diálogo que se venía haciendo”, avanzó en la crónica.
Ante el segundo bloqueo en la medianoche del 11 de agosto, “el conflicto se agravó” perjudicando el proceso de producción y, al día de hoy la planta trabaja parcialmente.
Así transcurrieron los días hasta que, “el miércoles pasado nos cuando nos citaron al ministerio bloquearon totalmente la planta de Capital Federal entorpeciendo todo tipo de negociación; y a la vez se logró que con la presencia de Infantería se desbloque la planta en Capital para que el personal ingrese sin presiones ni amenazas porque realmente porque el miércoles los empleados camino al trabajo la pasaron mal” describió al tiempo que marcó que “uno quería resguardar la integridad física de los trabajadores”.
Expuesto lo propio, en Capital volvieron a trabajar todo, no así en Moctezuma donde son pocos los empleados que están yendo a ocupar sus puestos de trabajo. En este contexto, Díaz en representación de la empresa espera al rápido accionar judicial para que la cadena productiva se reactive para no perder más ventas y que cada empelado pueda cumplir con su derecho a trabajar.
“Hoy la situación está difícil y muy comprometida en todo sentido, peleamos por mantener todas las fuentes de trabajo”.
Sobre la consulta de Tapia sobre si hay margen para negociar, Díaz responde diciendo que “es muy difícil cuando están bloqueando. Bajo ese contexto no se puede”, sentenció.