Luego de que el Gobierno decretara la conciliación obligatoria tras el paro de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) en reclamo de una suba salarial por la inflación de 2020, analistas y fuentes de las empresas sostienen que no hay margen para nuevos incrementos salariales.

El viernes, el gremio y la industria tendrán una reunión convocada por el Gobierno.
Según la industria, en abril pasado completó un aumento del 73%. En Atilra dicen que fue del 53,8% más un 2% pendiente de 2018. Ahora, el sindicato discutir subas por la inflación de lo que va de 2020.
“En medio de una pandemia, el sector venía transitando un camino casi normal”, explicó Alejandro Sammartino, ex director Nacional Lácteo entre 2015 y 2019 y analista del sector.
“Este paro viene a romper cierta estabilidad en la cadena láctea en medio de un escenario muy complejo económico a nivel nacional y obliga al Gobierno a intervenir en el conflicto”, agregó.
Según Sammartino, los números generales de producción del sector están bien. El crecimiento de la producción para 2020 se estima en un 5%, dato que consolidaría una recuperación que se venía gestando. Asimismo, los precios relativos siguen favoreciendo al productor y, en palabras de Sammartino, “el sector supo adaptarse frente al cierre de canales comerciales” asociado a las medidas de aislamiento.
“El primer cimbronazo fue el cierre del food service, pero la demanda se ha mantenido bastante estable, aunque tendió a productos de menor valor agregado”, puntualizó.
Aún así, Sammartino consideró que no hay margen de negociación por la pobre rentabilidad de la industria. El congelamiento de precios en febrero de este año, sumado al aumento de precios de insumos dolarizados como el cartón y el plástico vuelven frágil el equilibrio actual. “Los impactados fueron los costos, ya sea por efecto dólar o por presión de otros costos internos”, coincidió Miguel Paulón, presidente del Centro de Industria Lechera (CIL).
Otras fuentes del sector aclararon que, aunque los precios se congelaron en febrero, el atraso es mayor ya que la lista de precios se mantiene desde noviembre de 2019. Además, señalaron que el aumento por inflación en costos, incluidos los incrementos salariales, fue de un 24% en los últimos seis meses y que todas las empresas del sector tuvieron balances negativos en el primer trimestre de este año.
Según fuentes de la industria, durante la pandemia, la mayoría de las empresas no despidió empleados pero tuvo que licenciar al personal en grupos de riesgo y, en algunos casos, tuvo que incorporar nuevos trabajadores para garantizar el abastecimento. “En este contexto, no es posible realizar nuevos incrementos en los salarios, cuando nos encontramos en el medio de una de las crisis más severas que ha vivido el sector en su historia”, dijo el CIL en un reciente comunicado.
Otra preocupación en la industria es la caída en la demanda doméstica. Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla) revela que el consumo per cápita viene cayendo desde 2016 y que, en 2019, tocó niveles similares a los de 2002. Sin embargo, el balance lácteo del Ocla indica que entre enero y abril hubo un leve aumento en el consumo, respecto del mismo período en 2019, como indicó Atilra en un comunicado.

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