Una suba en el precio de los lácteos afecta a los consumidores, pero también afecta a la industria, que puede ver disminuida su demanda a causa de los precios más altos. Un aumento en el precio de los lácteos no es avalado por el consumo.
El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) marcó un alza del 6,1% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, acumulando una suba del 94,8% en los últimos 12 meses.
Asimismo, el índice mayorista de precios de Alimentos y Bebidas aumentó un 5,9% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, acumulando una suba del 91,5% en los últimos 12 meses, según el INDEC.
El índice mayorista de precios de los Lácteos registró un aumento del 4,9% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, acumulando una suba del 87,5% en los últimos 12 meses.
Los productos lácteos han tenido una fuerte recuperación en 2021, alcanzando y hasta superando a veces a alimentos y bebidas, respecto al cual traían un importante retraso en el último trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021.
Ya a fines de 2021 y en todo 2022 la variación de precios de Alimentos y Bebidas se comienza a ubicar por encima de la variación de precios de los productos lácteos.
Entre junio/21 y diciembre/22 el diferencial de variación mensual entre el precio que paga el consumidor y al que vende la industria marca claramente el retraso de precios de los productos lácteos en el valor al que factura la industria.
Este retraso se da en el ajuste de los precios a los que vende la industria respecto a los que paga el consumidor final. Si al valor por litro de leche equivalente en salida de fábrica para el mercado interno de diciembre de 2021 ($ 66,57/litro), en lugar de aplicarle el incremento mayorista (87,5%), le aplicaríamos el incremento minorista (110,4%), se generaría un diferencial de $ 15,24 que quedarían para la industria y la producción primaria.
Si la venta minorista está en el orden del 70%, quedarían netos $ 10,67/litro equivalente y con una participación del productor del 58% sobre el valor de salida de fábrica del total sistema, significaría una mejora de $ 6,19/litro de leche (+9,1% del precio percibido).
El precio al productor sería de $ 74/litro muy cercano al Precio de Equilibrio que indicaran los Costos Regionales de Producción de INTA de dic/22, demostrando que como decimos siempre, la cadena genera un valor suficiente para hacer rentable el negocio de sus eslabones, pero no logra percibirlo, por las diferentes interferencias del contexto macroeconómico.