Las familias Cervigni y Montechiari inauguraron -en Ordoñez y Monte Maíz respectivamente-, su ingreso a la era de la robótica. En ambos casos decidieron automatizar su producción con 8 robots en cada empresa. Estuvo el creador de la firma Alexander van der Lely quien proveyó la tecnología Lely.

“Los 25 años transcurridos desde que inventamos el ordeño automático han sido para nosotros un viaje lleno de retos. Desde 1992 hasta ahora, hemos estudiado a las vacas y hemos escuchado atentamente a los clientes. Nos hemos atenido a las prácticas de solvencia contrastada, pero también hemos alterado el sistema para adaptarnos al futuro. La combinación de los principios del ordeño automatizado y la importancia que otorgamos a la fiabilidad, la facilidad de uso y la reducción de costes, ha dado lugar al mejor sistema de ordeño tanto desde el punto de vista de las vacas como del de los ganaderos”. Ese es el concepto que propone Lely y su creador Alexander van der Lely a los tamberos del mundo. Estas palabras fueron pronunciadas en la presentación del nuevo hito en la automatización del ordeño: el Lely Astronaut A5. Y también repetidas por van der Lely en la inauguración de los tambos robotizados más grandes de la compañía holandesa en Sudamérica.

Y precisamente estos modernos equipos ya funcionan en dos establecimientos lecheros de la provincia de Córdoba y en tres tambos de la provincia de Buenos Aires (Chapado en Bunge, Turchi en Treque Lauque y Baudrix en Tandil).

En el caso de Córdoba la semana pasada se produjeron las inauguraciones, tanto en el establecimiento Don Ino, de la familia Cervigni en Ordoñez, como en Montechiari Agroindustria en Monte Maíz.

Inauguración en Ordoñez

Con la presencia de autoridades locales, regionales y provinciales se inauguró en la mañana del miércoles 25 de setiembre, la automatización en el sistema de producción de Don Ino que integrará 8 robots que ordeñarán 470 vacas, y allí estuvo un equipo de TodoAgro cronicando el evento.

La familia Cervigni realizó una importante inversión que superó el millón de dólares, y hoy ese tambo ya alcanzó una producción de 15 mil litros diarios. Los robots ordeñadores forman parte de un sistema estabulado mediante free-stall con camas de arena, y los Cervigni también adquirieron un robot Lely Juno que empuja y acomoda la ración en la línea del comedero a los efectos de un mejor aprovechamiento por parte de las vacas.

Sergio Busso, ministro de Agricultura de Córdoba visitó junto a funcionarios de su equipo y el legislador provincia Dardo Iturria visitaron las instalaciones de esta familia tambera, donde accedieron al proceso de crecimiento que mira a lo local, haciendo más eficiente los procesos y brindando a Córdoba más potencial para su sector lechero.

La familia Cervigni recibió en la ocasión a los dueños de la empresa Lely, recién llegados de Holanda y a los directores de Lechería Liliana Allasia y el director de Integración Productiva y Territorial Germán Font.

En diálogo con TodoAgro, el productor Diego Cervigni describió la zona donde está ubicado su tambo: “Estamos en Ordoñez, Córdoba, es una zona que tiene suelos clase 2, netamente agrícola. Esto nos condiciona a tener un sistema de estabulado, con poca ocupación el territorio y alto margen por hectárea, caso contrario la soja nos pasa por arriba”.

Haciendo un poco de historia de Don Ino, indicó: “Mi abuelo arranco con la agricultura, tuvieron rodeo de cría, granja de pollos, gallinas ponedoras, y después un tambo. Luego mi padre incursionó en la parte de cerdos. Nos fuimos concentrando en lo que pensábamos que era lo mejor, nos quedamos con el tambo y con la producción porcina, pero seguimos con la agricultura, para generar los alimentos que en un 100% van para para los tambos y cerdos”.

A juicio de Diego Cervigni, “el free stall de arena era algo más seguro, muy probado, con más de cien años en el mundo. En ese espacio tenemos en ordeñe 470 vacas de las cuales 360 hoy se ordeñan con robots. El resto van a entrar en los robots en los siguientes 30 días. La producción con robots están aproximadamente en 38 litros hoy. Venimos bien con la producción desde hace muchos años, y ya estábamos por encima de los 30 litros promedio año y en 36 antes de ingresar con los robots”.

Un punto a favor del nuevo sistema es que “en la transición no se perdió leche, y pensamos tener incrementos de producción en las próximas lactancias”.

Respecto a lo contextual, Diego Cervigni dijo que “la coyuntura que estamos viviendo hoy te desanima a mirando el futuro y para hacer cosas nuevas, pero bueno vamos a depender del país, de las tasas, el financiamiento. Tenemos que ser los inventores y siempre tiene que haber una entidad financiera que nos apoye. En este caso el Banco Nación es quien nos ha apoyado. La inversión supera el millón de dólares, pero es relativo porque hay cosas en pesos que se han ido haciendo”.

Cabe destacar que todo lo que es galpones y pisos y buena parte de la obra civil se hizo con mano de obra local, y también a su producción se le agrega valor en origen ya que la entrega en la usina láctea El Puente, enclavada en la localidad de Ordoñez.

En Monte Maíz: ocho robots para el tambo de los Montechiari

Rodolfo y Fernando Montechiari tienen en Monte Maíz el segundo tambo modelo robotizado en Sudamérica, con un plan de instalación de 8 robots también de la marca holandesa Lely, de los que ya colocaron 6.

Montechiari Agroindustria también se decidió en automatizar su ordeñe, tras colocar las vacas en un galpón de compost de 10.000 metros cuadrados, inaugurado hace poco tiempo atrás.

El sistema no solo implica que la vaca se ordeña voluntariamente sino que además hay una impresionante recolección de datos mediante collares y sensores: “El animal tienen acceso libre al robot, cada animal tiene un collar, cuando el robot lo detecta, si tiene que ordeñarlo le abre la puerta. Ahí le habilita el comedero y la vaca se relaja. Un láser identifica la ubre y le coloca las pezoneras para el ordeñe”.

El sistema permiten saber al detalle qué vacas pasaron por el ordeñe, a qué hora, con qué volumen de producción y cuál es la calidad de esa materia prima. También determinan el tiempo en que el animal deberá volver a pasar por el ordeñe. Si lo hace antes de ese tiempo, el robot no lo deja pasar. Si por algún motivo una vaca no se ordeña en el plazo establecido, un reporte alerta sobre esa faltante.

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