Tokio | Las explotaciones lecheras de Japón se enfrentan a una situación complicada a causa del aumento de los costes de producción, que se debe en parte a los altos precios del pienso compuesto para las vacas lecheras como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.
Un creciente número de ganaderos en este sector también están abandonando sus negocios tras verse afectados por los recortes en la producción de leche cruda después del exceso de oferta que se experimentó en años recientes.
Una organización de la industria en la prefectura de Hokkaidō, donde se concentra buena parte del sector de los lácteos en Japón, decidió recortar la producción en 2023, una medida que fue recibida con preocupación dado el impacto que podría tener sobre las explotaciones lecheras.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura de Japón, el número de productores de leche en todo el país a 1 de febrero de 2022 se redujo en un 4,3 % con carácter interanual hasta los 13.300. En Hokkaidō, donde se concentra más del 50 % de la producción de leche cruda de Japón en términos de volumen, se redujo un 2,8 % hasta los 5.560. La cifra nacional ha caído alrededor de un 4 % cada año en las últimas dos décadas.
“Este año (en Hokkaidō), cerca de 200 productores de leche ya han decidido abandonar o interrumpir sus negocios”, explicó un miembro de la industria local señalando que muchos de ellos han sufrido dificultades no solo por el alto coste de los piensos y los recortes en la producción, sino también por pagar los préstamos que pidieron en el pasado para ampliar sus instalaciones para la producción de mantequilla con el fin de ayudar a combatir la escasez de suministro que ha venido afectando al país.