El incremento de los costos de las materias primas está poniendo más presión sobre el sector lácteo en Colombia, que depende de insumos importados como los alimentos balanceados y los fertilizantes, lo que hará difícil poder contener que estas subidas se trasladen al consumidor.
Así lo concluyó un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia que aborda los efectos que la guerra en Ucrania, entre otros factores, están causando sobre un sector altamente dependiente de las materias primas importadas.
Como consecuencia de este escenario, el IPC de la leche en febrero de este año superó el 20% impulsado por los crecimientos del precio al productor, indican los analistas.
Y el “gran interrogante es cómo se va a afectar la demanda en el mercado, en un momento en el que el ingreso disponible de los hogares, especialmente los de menores ingresos, se está viendo impactado”.
Al respecto, el documento detalla que el año pasado, que se caracterizó por un aumento en costos que superó el ajuste en precios, el valor local del bulto de concentrado para lechería se incrementó en un 22%.
El sector también sintió los efectos de la subida de los precios fertilizantes como la urea, el DAP y el KCL, que aumentaron alrededor de un 40%, de acuerdo al informe.
Atado a lo anterior, “el precio promedio pagado por litro de leche cruda por parte de la industria formal, el cual es establecido mediante fórmula del Ministerio de Agricultura, aumentó en promedio un 7,6% y 6,8% con y sin bonificaciones voluntarias, respectivamente”.
La guerra en Ucrania pone más presión al sector, ya que este país y Rusia son jugadores clave tanto en las exportaciones de fertilizantes como de cereales, de las cuales depende en alta medida la lechería especializada.
Así las cosas, “aun cuando en octubre se hizo una actualización del precio base de pago de la leche cruda (+7%), ese ajuste seguramente se quedó corto para el ganadero dada esta situación inesperada. Para marzo de este año el precio fue recalculado al alza en un 8,8%, pero la incertidumbre se mantiene mientras continúe el conflicto”, indica.
Los analistas también advierten sobre el futuro de las exportaciones de leche en polvo hacia Rusia, ante los retos que suponen los bloqueos a ese mercado y la consecuente necesidad de redireccionar esos envíos.
El año pasado la participación de Rusia en el total de exportaciones colombianas de lácteos en toneladas fue del 15,97%, el mayor porcentaje después de Estados Unidos (26,73%) y Venezuela (35,70%).
De otra parte, se indica que “los altos precios de la carne de res podrían seguir incentivando la venta de inventario ganadero especializado en leche, y en la medida en que las importaciones repunten para compensar la caída del acopio formal”.
“La lechería especializada podría seguir afrontando dificultades que lleven a acentuar caídas en la producción. Por el contrario, la oferta informal de leche podría crecer, en la medida en que ganaderos doble propósito que comercializan la leche en ese mercado decidan retener vientres apostándole a unos precios de la carne sostenidos al alza en el mediano plazo”, dice el reporte.