Cotar renace: la cooperativa láctea de Rosario que volvió por sus trabajadores
La cooperativa láctea Cotar (Zona de Rosario) es una historia de resiliencia en el corazón de la cuenca láctea santafesina. Fundada en 1935 y con planta propia desde 1954, la firma pasó por múltiples crisis hasta que, en 2022, sus trabajadores decidieron asumir el mando.
Hoy, Cotar no solo levanta la producción, sino que proyecta nuevos mercados, mientras sortea un importantísimo desafío judicial que decide su futuro.
Una “ave Fénix” cooperativa
Según su presidente, Emiliano Medin, «Cotar es un ave Fénix». Esa imagen resume bien el proceso: de casi cerrar a retomar la marca, la planta, los contratos y la reputación.
Tras la quiebra de la sociedad anterior y el pasaje al control obrero, la cooperativa se readaptó como Cooperativa de Trabajo de Rosario, con 123 socios activos y unas 200 familias vinculadas directamente.
Producción, mercados y marca
La planta industrial está preparada para procesar hasta 500 000 litros diarios y 3 millones semanales.
Hoy Cotar produce unos 50 productos —leche en polvo, leche líquida, yogures, dulce de leche, mantecas, quesos— y trabaja tanto para su marca como a fasón para terceros.
Además, han empezado a recuperar la confianza del consumidor: en un gesto de responsabilidad social bajaron el precio del sachet de leche en un 20 % y lo congelaron por 60 días.
Cotar es más que una planta láctea: es un símbolo. Símbolo de que un colectivo de trabajadores puede reconstruir un legado; símbolo de que las crisis en la industria láctea no necesariamente implican el fin, sino también una oportunidad de reinventar. Su éxito —o su caída— tendrá un impacto relevante para la narrativa de las pymes lácteas argentinas. En un contexto complejo, mantener vivas las marcas, asegurar la producción y defender el modelo cooperativo es un activo para todo el sector.
Fuente: Bichos de Campo






