Un país que despierta con olor a leche y desánimo.
Brasil despierta, una vez más, con la leche en los titulares. Pero esta vez, no se debe al crecimiento de la agroindustria ni al orgullo exportador. Se debe a la desesperación silenciosa que se extiende por las pequeñas explotaciones agrícolas, donde la leche ha pasado de ser una fuente de sustento a convertirse en una deuda.
En 2025, los agricultores familiares brasileños experimentarán la peor crisis en dos décadas. El precio promedio por litro de leche que pagan los productores lácteos, entre R$1,70 y R$2,10, no cubre el costo de producción, y el costo emocional ya es impagable.
Mientras algunos culpan a las importaciones de leche en polvo de Argentina y Uruguay, otros miran más a fondo y ven una vieja herida: el abandono estructural de la agricultura familiar y la concentración industrial que dicta los precios desde arriba.
Minas Gerais: El Gigante Presionado
Con el 26% de la producción nacional, Minas Gerais sigue siendo el corazón de la industria láctea brasileña, pero su corazón está cansado.
Los precios al productor, alrededor de R$ 2,00 por litro, ya no cubren el aumento de los costos de los insumos, el combustible y la energía. En octubre, la Asamblea Legislativa del Estado de Minas Gerais celebró una audiencia pública en São João del-Rei para discutir el colapso de la cadena familiar.
Las declaraciones fueron claras: no basta con culpar a la leche importada; es necesario reducir el impuesto ICMS sobre combustibles, fertilizantes y energía, y crear un fondo estatal de estabilización de precios.
Pero mientras se procesan las propuestas, el tiempo se agota: el 70% de la producción de Minas Gerais ya se concentra en tan solo el 10% de las propiedades.
Rio Grande do Sul: Protestas y Proyectos Contra la Desigualdad
En Rio Grande do Sul, responsable del 12% de la leche brasileña, el campo está en plena efervescencia.
Con precios que rondan los R$2,31 por litro y deudas rurales que suman R$27 mil millones, los productores salieron a las calles. El diputado Paparico Bacchi presentó un proyecto de ley para prohibir la reconstitución de leche en polvo importada, una práctica que, según él, “genera competencia desleal y destruye la leche cruda local”.
El Caucus de la Leche, formado en la Asamblea, exige coordinación nacional y la compra pública obligatoria de leche familiar.
Detrás de esta agenda, se esconde otro drama: los altos costos de la energía, que representan el 20% de los gastos de ordeño, y las sequías recurrentes, que reducen la productividad en un 15%.
Santa Catarina: Leyes de Transparencia y un Llamado de Apoyo
En Santa Catarina, donde 20.000 familias producen el 9% de la leche del país, el precio promedio se ha desplomado a R$1,80.
En octubre, el diputado Neodi Saretta reanudó su defensa de la Ley 18.631, que obliga a las industrias a anunciar los precios con antelación, y solicitó incentivos para la eficiencia energética en las explotaciones agrícolas.
El diputado Sargento Lima, por su parte, presentó una moción que solicita subsidios para insumos y barreras a la reconstitución importada.
A pesar de los debates, el problema es estructural: el 60% de las explotaciones agrícolas familiares carece de asistencia técnica. La industria retiene el 80% del valor añadido y el productor se queda con las migajas.
Paraná: celeridad legislativa y respuesta social
Si hubo un estado que reaccionó con rapidez, ese fue Paraná, que representa el 8% de la producción nacional.
El Proyecto de Ley 888/2023, aprobado en primera vuelta en octubre, prohíbe la importación de leche reconstituida. El gobernador Ratinho Júnior ya ha manifestado su apoyo a la sanción.
Durante una concurrida audiencia pública, el gobierno anunció la ampliación del programa Leche Infantil, que garantiza la compra pública directa a las explotaciones agrícolas familiares.
Pero el problema de Paraná va más allá de las importaciones: el costo del concentrado aumentó un 12% este año y el cambio climático redujo las pasturas en un 10%.
Aun así, el estado da ejemplo al coordinar la legislación, el gobierno y los productores hacia un objetivo común.
São Paulo: Debates tímidos, urgencias reales
Con el 7% de la producción nacional, São Paulo tiene una voz fuerte en la economía, pero silenciosa en el sector lechero.
El Proyecto de Ley 832/2025, actualmente en debate en la Asamblea, crea un programa de emergencia para la producción rural, aunque aún no se centra exclusivamente en la leche.
La presión viene de abajo: cooperativas y sindicatos exigen incentivos similares a los de Paraná, dados los precios que rondan los R$2,10 por litro.
El estado enfrenta sus propios desafíos: alta urbanización, disminución de las zonas rurales y solo el 40% de los productores con acceso al crédito.
El resultado es el mismo en todo el país: desánimo, deuda y un éxodo silencioso.
Las verdaderas causas: Estructuras que no cambian
Es fácil culpar a las importaciones, pero las cifras son más elocuentes: cayeron un 4,6 % en el primer semestre de 2025 y representan solo entre el 8 % y el 10 % del consumo nacional.
La crisis se ha prolongado durante mucho tiempo, con sus raíces en cinco factores estructurales:
Costos de producción insostenibles, con un aumento anual del 12 % en los costos de energía y ensilado.
Baja productividad familiar, con el 60 % de las propiedades sin asistencia técnica.
Concentración industrial, con cinco empresas controlando el 70 % del procesamiento.
Impactos climáticos cada vez más severos.
Políticas públicas débiles, tras la desfinanciación de la Conab (Asociación Nacional Agrícola de Abeba) y las fallas en la regulación de los precios mínimos.
Estos elementos forman un círculo vicioso que expulsa a los productores del sector. Y cuantas más propiedades cierran, más dependiente se vuelve Brasil de las grandes industrias y las importaciones.
Posibles caminos: el futuro comienza en el campo.
Pero hay luz en el horizonte. La transformación del Pronaf (Fondo Nacional Agrícola para la Producción Agropecuaria), aprobada en septiembre de 2025, fortalece el crédito rural y garantiza tasas de interés más bajas (del 2,75 % al 4 %) para financiar la energía solar, la genética y la infraestructura.
El Plan de Desarrollo de la Competitividad de la Leche del Sur de Brasil (PDCGL) propone reducir los costos en un 20 % mediante asociaciones público-privadas y fomentar la devolución del ICMS (Impuesto sobre Bienes y Servicios) a las exportaciones.
La reforma de la Política Nacional ATER y del PAA (Impuesto sobre Bienes y Servicios) de la Leche amplía las compras directas a las explotaciones agrícolas familiares, inyectando liquidez donde más se necesita: en la base de la pirámide.
Estas iniciativas, aunque tentativas, señalan el camino a seguir: reconstruir desde abajo.
Entre el dolor y la esperanza
Los productores brasileños no buscan compasión, sino respeto. Quieren políticas coherentes, crédito accesible, asistencia técnica y un precio que compense el esfuerzo de levantarse temprano.
La crisis de la leche no empezó con las importaciones ni terminará con las barreras comerciales. Se puede resolver con gobernanza, inversión y dignidad.
La leche que llega a las mesas de los brasileños tiene una historia de lucha, y es hora de que el país reconozca el valor de quienes la producen.
Por Valéria Hamann – eDairyNews Brasil
*Com informações das Assembleias Legislativas de MG, RS, SC, PR e SP; dados complementares da Embrapa, MDA e Anuário Leite 2025.






