Luego de los resultados de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) diferentes variables económicas se vieron afectadas y una de ellas, entre otras tantas, es el mercado lácteo.
Primer semestre: 2024 vs. 2016
La situación del mercado internacional, el probable resultado de las elecciones y los pronósticos climáticos generan un escenario que podría tener muchos puntos en común con el del primer semestre de 2016.
En ese marco, Economía Láctea realizó un análisis sobre los puntos en común que tuvo el primer semestre de 2016, cuando el sector lácteo debió atravesar una de las peores crisis de su historia, con el que podría ser el escenario del primer semestre de 2024.
“Las 3 veces en este siglo que hubo que sincerar variables coincidió con crisis de precios internacionales y años Niño, 2002, 2016 y probablemente 2024”, indica el fundador de Economía Láctea, José Quintana.
En lo que respecta al mercado internacional, en el mercado de futuros NZX, el 18 de agosto de 2023 la LPE para la posición marzo 2024 cotizaba a 2.805 US$/Tn.
“Si bien este precio supera en 36,8% al de marzo de 2016, hay que tener presente que en primer lugar el mercado está en baja y hasta ahora nada indica que los precios hayan llegado al piso. Y en segundo lugar este mayor precio de la LPE respecto de 2016 se da en un escenario en el que los costos tampoco son los mismos”, expresa Quintana.
Respecto al costo del petróleo como un referente para el análisis del costo energético, destaca que el futuro del barril Brent para marzo de 2024 se encuentra operando a 84 US$/barril. Esta cifra es un 74,5% superior a los 48 US$/barriles registrados en marzo de 2016.
En el caso del maíz cotizado en el mercado de Chicago, al cierre del 17 de agosto, el precio se confirmó en 198 US$/Tn. Este valor refleja un incremento del 24,7% en comparación con los 159 US$/Tn de 2016.
La soja, también negociada en el mercado de Chicago, cerró el 17 de agosto a 502 US$/Tn. Esta cotización representa un aumento significativo del 41,8% con respecto a marzo de 2016.
Al analizar estos datos, se puede concluir que, en caso de que estas proyecciones futuras se cumplan, el precio de la LPE en marzo de 2024 será considerablemente superior al de marzo de 2016, pero en la realidad del negocio “ese mejor precio estará en buena medida neutralizado por mayores costos”, sostiene Quintana.
Qué pasa en el mercado local
Al comparar con el escenario preelectoral de 2015 y con el del 2023 hay varios puntos en común. La existencia de varios tipos de cambio y brecha cambiaria es una similitud, pero en aquel momento era del 40% y en la actualidad supera el 100%.
“En 2015 el maíz tenía 20% de retenciones, a lo que se sumaba la presión sobre el precio que representaban los ROE que generaban sobreoferta en el mercado interno. Cuando cambió el gobierno en 2016 se le quitaron las retenciones al maíz”.
“La quita de retenciones (20%), sumada a la devaluación producto del sinceramiento del tipo de cambio al unificarlo (40%), más la eliminación de los ROE llevaron a que el maíz en pesos aumentara un 100% de un día para el otro”.
Actualmente el maíz tiene un 12% de retenciones y no hay grandes problemas para exportar. Habrá que ver qué piensa hacer con las retenciones al maíz al inicio del gobierno. Ninguno de los candidatos ha sido claro al respecto.
En el caso de la soja no hay mayores diferencias en lo que respecta a retenciones, y ningún candidato afirma que las vaya a bajar ni bien asuma, por lo que el impacto vendrá por la probable devaluación.
En la leche, en 2015 las exportaciones de productos lácteos no tenían retenciones pero si ROE que fueron eliminados en el gobierno de Cambiemos.
El escenario marzo 2024 puede tener similitudes con el del mismo momento de 2016, con algunas variables en situación más crítica y otras menos. La gravedad de la similitud dependerá de la dinámica tanto de los precios internacionales como de la macroeconomía y la política local.
“Solo podría esperarse una mejora en los precios internacionales en caso de que China aumente su demanda de productos lácteos. Las demás variables difícilmente puedan tener cambios significativos que mejoren esta perspectiva”, concluye Quintana.