Maximiliano Chiesa, uno de los gerentes de RRHH del grupo Arcor habló sobre las cualidades que debe tener un líder.

Los roles de un líder se modifican con más celeridad. En el pasado, aquel que tenía personal a cargo asumía una posición más técnica. Hoy, sin embargo, debe adaptarse rápidamente a los cambios para no perder terreno en un mundo empresarial cada vez más competitivo, no sólo en la faz personal, sino también dentro del contexto de las compañías.

Maximiliano Chiesa, gerente de Recursos Humanos (RRHH) de Consumo Masivo Impulso de Grupo Arcor, afirma que el líder debe atender la interacción entre los grupos intergeneracionales dentro de la organización en un marco de heterogeneidad y diversidad entre la experiencia y las nuevas ideas.

Chiesa expondrá en el panel de Gestión de talentos, el “Papel de la juventud y de la adultez en el desarrollo personal y dirigencial. Y cómo todos somos indispensables” del 3er Encuentro de Empresarios del Norte Argentino. La cumbre se realizará hoy jueves, en el Hilton Garden Inn Tucumán. Antes, el ejecutivo de Arcor concedió la siguiente entrevista.

– ¿Cómo alcanzar una convivencia entre la pujanza de los más jóvenes con la experiencia de los mayores en una compañía?

-Desde hace varios años que en Grupo Arcor venimos trabajando en la convivencia de las cuatro generaciones, pero principalmente en el armado de equipos heterogéneos. En este sentido, el desafío está en lograr la mejor combinación entre la fuerza que tienen los jóvenes con la experiencia de los más antiguos, y que cada uno pueda aportar desde su lugar para lograr los objetivos propuestos. En la compañía, por ejemplo, tenemos casos de personas que trabajan con jóvenes que posiblemente tengan la edad de sus hijos, llenos de energía y con nuevas ideas.

Esta conformación de los equipos aporta muchas fortalezas porque a partir de la heterogeneidad y de la diversidad logramos que trabajen más conectados, combinando la experiencia con la juventud, lo que contribuye a un mejor resultado.

-La convivencia intergeneracional requiere de una sinergia entre aquellos que manejan la tecnología con otros, que manejan los tiempos y las habilidades blandas. ¿Cuál es el rol que debe asumir un líder para sacar mejor provecho de ambas posturas?

-Creo que las cualidades del líder cambiaron. Hace más de 20 años hablábamos de un líder más técnico, más especialista, con conocimiento más profundo de las herramientas. En cambio, en la actualidad las competencias del líder tienen que ver con poder manejar equipos de trabajo heterogéneos, potenciando la diversidad, el trabajo en redes y adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos y culturales. Además, otro frente que el líder tiene que atender es la interacción con grupos interdisciplinarios. Hoy hablamos de trabajar en equipos de proyectos para la solución de los temas y como adaptarnos a los cambios del contexto, en lugar de pensar en la posición que ocupa cada persona.

– ¿Las gestiones de estas capacidades varían según el número de personal a cargo y de actividad?

-Considero que las cualidades del líder no varían según el número de personas a cargo. Con respecto a la actividad, lo que puede cambiar es en las industrias pesadas o industriales donde pueden tener un peso muy importante lo técnico. Sin embargo, en todas las compañías el líder tiene que estar enfocado en las personas y en sus propósitos y cómo trabajar para lograr su mayor potencial.

– En tiempos de crisis, ¿qué virtudes deben potenciarse para sofocar el momento?

-Una de las virtudes más importantes en tiempos de crisis es la capacidad de escucha y el manejo de las emociones. En este sentido, es muy importante no tomar decisiones apresuradas sin haber realizado un análisis profundo de la situación. Considero también que transmitir tranquilidad y seguridad al equipo de trabajo es una virtud que se requiere en contextos adversos.

– Mientras dure la tormenta, ¿cómo se proyecta el mediano y largo plazo para que el personal mantenga el horizonte más allá de las turbulencias de la coyuntura?

-En tiempos turbulentos, la crisis nos lleva a ver el corto plazo. Aunque sea utópico, es una responsabilidad que tenemos como líderes proyectarnos y seguir planificando, más allá de un contexto. Es fundamental poder seguir trabajando sobre el mediano y largo plazo y entender que la crisis es una crisis y que a partir de ahí tenemos que convivir con ella, pero eso no tiene que ser un impedimento para proyectar a largo plazo.

– En la gestión gerencial, ¿cuántas acciones se adoptan del manual y cuáles son las que se toman a partir de la experiencia?

-El manual es el plan de vuelo, pero la experiencia es lo que termina definiendo quiénes somos y qué decisiones vamos a tomar. Hoy es muy importante el estudio y la capacitación, pero la experiencia es fundamental para poder marcar el rumbo y la agenda de nuestro día a día. Los profesionales argentinos son muy demandados a nivel global porque la experiencia es su gran fortaleza.

Maximiliano Chiesa

Nació en Buenos Aires, tiene 45 años, está casado y tiene dos hijos. Estudió en el Colegio La Salle, realizó una Diplomatura en Recursos Humanos; es Licenciado en Administración de Empresas y tiene un Posgrado en Dirección Gerencial en la Universidad Torcuato Di Tella. Comenzó su carrera dentro de Arcor en 2006.

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