Dirigentes del sector lechero exponen su preocupación por las pérdidas que han generado los diez días de paralizaciones.

El paro nacional, convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), cumple este miércoles diez días desde el 13 de junio pasado.

Las consecuencias de la medida en los productos perecederos que no pueden pasar desde la región Sierra al resto del país son pérdidas. Imágenes y videos muestran a manifestantes incautando camiones con hortalizas y desechándolas para exigir que los conductores se unan al paro, también cientos de litros de leche desperdiciados.

Uno de estos videos fue compartido por Rodrigo Gómez de la Torre, expresidente de la Cámara de Agricultura, quien lamenta que los productores tampoco pueden donar el producto porque las vías están bloqueadas y no pueden salir de sus fincas.

La situación es grave para este último sector, lamenta Juan Pablo Grijalva, gerente de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente (AGSO), quien resalta que la actividad lechera es una de las principales fuentes de sustento para alrededor de 1 millón de familias de la serranía ecuatoriana que producen entre 5,5 y 6 millones de litros de leche diarios, concentrados en las provincias de Carchi, Cotopaxi, Chimborazo, Azuay y Pichincha.

El dirigente indica que el lechero, así como los demás sectores productivos, ha sentido el impacto de las paralizaciones. Explica que la principal preocupación y complicación ha sido la imposibilidad logística para la industria de recoger la producción a los pequeños y medianos ganaderos.

“Esto lastimosamente implica que en muchas localidades se haya tenido que desperdiciar producción”, sostiene Grijalva a Diario EL UNIVERSO.

Sobre las pérdidas del sector en estos diez días de paro, el gerente de la AGSO indicó que es difícil cuantificarlas, pero para comprender la dimensión del problema explicó: “Si a manera de ejemplo hacemos un ejercicio en el que diariamente se pierde el 20 % de la producción lechera, estaríamos perdiendo el equivalente a 4,8 millones de raciones diarias de leche para los desayunos de nuestros niños”.

Por su parte, Francesco Tabacchi, presidente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos y de la Federación de Ganaderos del Ecuador, coincide con Grijalva al asegurar que el paro nacional ha generado afectaciones muy graves al sector lácteo, pero va más allá al indicar que a causa de las paralizaciones se han desperdiciado más de 4 millones de litros de leche diarios, lo que según sus cálculos –tomando en cuenta que el precio que se paga por el litro de leche es de $ 0,50– significaría un perjuicio para el sector que estaría bordeando los $ 2 millones diarios.

Tabacchi explica que de los 5,5 millones de litros de leche que se producen al día, 2,5 millones lo compra la industria y los otros 3 millones se quedan entre los micro productores y la informalidad.

“Estos últimos 3 millones de litros que se producen al día no tienen cómo comercializarlos los pequeños productores, porque no hay vías de acceso, los camiones no están llegando, no tienen combustible, entre otros problemas”, indica el dirigente, quien añade que la gran mayoría de estos pequeños productores no tienen centros de refrigeración para almacenar la leche que se ordeña al día.

Mientras que los productores más grandes, que sí cuentan con la infraestructura para poder entregar el producto a la industria, solo pueden almacenar el producto máximo por 48 horas.

“Luego de esto la leche se daña, entonces, se calcula que de esos 5,5 millones, 3 millones fijos se están perdiendo; y de los otros 2,5 millones tal vez un millón de litros más se pierden al día”, lamenta Tabacchi, quien asegura que las pérdidas se han venido incrementando conforme se recrudecen las manifestaciones.

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