En un panorama de transformación continua en el mercado, donde la salud, la preocupación por el ambiente y el deseo de explorar nuevas experiencias de consumo son prioritarios, la industria láctea se encuentra ante desafíos y oportunidades únicas.
Si bien los consumidores han recurrido históricamente a la leche como una fuente esencial de nutrición en sus dietas, persiste un cambio significativo hacia la salud funcional. Esta tendencia se caracteriza por la búsqueda de alimentos naturales que ofrezcan beneficios proactivos y adaptados a las necesidades individuales. En ese sentido, los consumidores están descubriendo que la leche tiene una riqueza de dimensiones más allá de su valor nutricional tradicional.
Según el informe “Las tendencias de consumo y el futuro de la leche”, realizado por Tetra Pak, empresa encargada de brindar soluciones de procesamiento y envasado de alimentos, en colaboración con Mintel, firma global de investigación, el alimento más demandado por los consumidores es la leche, la cual representa aproximadamente el 12% del consumo mundial de líquidos y se espera que experimente un crecimiento del +2.5 % en los próximos tres años.
Con base en el estudio de mercado, estas son algunas de las tendencias en la industria lechera impulsada por las nuevas preferencias de los consumidores:
Un buen amigo del cuerpo: Las personas disfrutan de la leche no sólo como una bebida reconfortante en su día a día, sino también como una herramienta de prevención a largo plazo contra enfermedades. Aunque la conciencia sobre la inmunidad ha ido en aumento durante algún tiempo, la pandemia de Covid-19 actuó como un catalizador definitivo.
Hoy, los consumidores son muy conscientes de la relación entre lo que comen y su sistema inmunitario, y buscan una nutrición que lo refuerce. Por ejemplo, el 40 % de ellos cree que los nutrientes presentes de forma natural en la leche son buenos para la inmunidad debido a que asocian a este alimento con un sistema inmunitario más fuerte.
Actualmente, las marcas están fortaleciendo aún más sus propiedades inmunitarias mediante la adición de minerales o vitaminas específicas en aras de mantener la salud integral.
Cuidado del ambiente: Los consumidores están cada vez más conscientes de la relación entre sus hábitos de consumo y el ambiente. Esta tendencia tiene implicaciones significativas para la industria láctea, ya que se observa un crecimiento en la preferencia por opciones de consumo más conscientes.
De acuerdo con el informe, el 26 % de los consumidores de entre 18 y 24 años beben menos leche debido a preocupaciones medioambientales, y el 36 % del mismo grupo de edad cree que los productos lácteos tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, el sector ha avanzado considerablemente hacia prácticas más sostenibles, y muchos productores lácteos se han comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono.
Ejemplos concretos son los aditivos para la alimentación del ganado que reducen las emisiones de metano y la mejora de las prácticas ganaderas para reducir las emisiones en general. Estos esfuerzos son importantes para mantener la confianza de los consumidores, lo que también requiere comunicar eficazmente las medidas adoptadas. Por lo tanto, cada vez se tiende más a destacar en el envase las iniciativas medioambientales en curso.
En relación con los envases, el 84% de los consumidores de todo el mundo es más propenso a elegir leche en envases sostenibles. Y lo hacen dando prioridad a los productos con un alto grado de reciclabilidad y renovabilidad.
Seguridad ante todo: La seguridad es una prioridad indiscutible para las personas cuando se trata de elegir productos lácteos. Cada vez más, buscan la tranquilidad de consumir leche que sea segura y saludable, libre de aditivos desconocidos y con etiquetas limpias. Esta tendencia se ve reforzada por la creciente desconfianza hacia la producción industrial de alimentos en general, lo que lleva a una mayor atención sobre lo que realmente contiene cada envase.
Casi un tercio de los consumidores busca leche sin ingredientes artificiales y la misma proporción está totalmente de acuerdo en que merece la pena pagar más por productos que comuniquen seguridad y pureza. Esta demanda ha llevado a que los envases de leche proporcionen detalles cada vez más exhaustivos sobre su producción, desde las fuentes de agua utilizadas hasta las condiciones de cría del ganado.
Nuevas experiencias: La industria láctea está experimentando una evolución significativa impulsada por la demanda de los consumidores en busca de momentos de placer y satisfacción. La tendencia hacia nuevas experiencias está en aumento, y los consumidores esperan que la leche se adapte tanto a su estilo de vida en casa como fuera de ella. Gracias a su versatilidad, la leche está perfectamente posicionada para capitalizar todas las tendencias relacionadas con las experiencias del consumidor.
La leche ya no se limita a ser una bebida uniforme, ahora explora una amplia gama de texturas y viscosidades. Esta tendencia responde directamente a la demanda de los consumidores, ya que el 64% de ellos no está satisfecho con la oferta actual de texturas de leche líquida convencional. Por lo cual. las variedades de leche con diferentes consistencias desempeñan un papel crucial en la diferenciación del mercado lácteo.
Por ejemplo, las texturas más densas permiten posicionar los productos lácteos aromatizados como un aperitivo o un sustituto de las comidas, y los que tienen calidad espumosa son ideales para los baristas o para la preparación de postres.
La diversificación de sabores de leche está ganando terreno entre los consumidores de diversas edades. Sin embargo, para satisfacer plenamente a todos los grupos, es necesario explorar sabores más sofisticados y asociados a los postres, lo que promete hacer de la leche una opción aún más atractiva.