La empresa ha modificado sus empaques, ya sea para ofrecer información más precisa o para incluir el nuevo etiquetado frontal que entró en vigor el 1 de octubre.

Danone ha puesto bajo la lupa su portafolio de productos tras la sorpresiva prohibición de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a mediados de octubre, para la venta de algunos de sus productos, como el yogur natural, por contener información imprecisa sobre su formulación.
A fin de evitar futuras sorpresas, la firma francesa ha hecho modificaciones al 30% de sus empaques de varias de sus marcas, ya sea para ofrecer información más precisa o para incluir el nuevo etiquetado frontal que entró en vigor el 1 de octubre, y que busca alertar a los consumidores sobre alto contenido de azúcar sodio, grasas saturadas y edulcorantes.
Silvia Dávila, presidenta de Danone Lácteos y Productos de Origen Vegetal para Latinoamérica, dice en entrevista que los productos que sí tendrán el sello octagonal son la línea de postres, cuya producción requiere de azúcares y grasa. Por otro lado, los empaques que cambiarán para atender al señalamiento de la Profeco son Benegastro Yogur en su presentación de 240 gramos, y el Yogur Bebible de 220 gramos.
“No estábamos cumpliendo en ese momento (de la prohibición de Profeco) con la interpretación de que el yogur natural, como contiene azúcar, debe decir ‘sabor natural’. Esto ya se aclaró, aunque el producto aún no está liberado por falta de comunicación entre la Secretaría de Economía y Profeco”, explica.
México, el mayor consumidor de alimentos procesados ​​en América Latina y el cuarto más grande del mundo, ha batallado durante años con altas tasas de diabetes y obesidad, una crisis de salud que se ha visto agravada por el nuevo coronavirus.
El nuevo etiquetado frontal para alimentos y bebidas, establecido en la Norma 051, tiene el objetivo de establecer información clara para los consumidores. Las autoridades sanitarias y de economía establecieron como plazo el 30 de noviembre para terminar con la transición hacia el etiquetado, por lo que a partir del 1 de diciembre todos los productos que así lo requieran deberán mostrar los sellos de advertencia, de lo contrario las empresas serán castigadas con multas de hasta 9 millones de pesos.
Las compañías productoras de alimentos y bebidas no alcohólicas han trabajado en la reformulación de productos a fin de evitar las etiquetas, como ocurrió con Bimbo, que logró eliminar los octágonos de sus productos más populares.
Danone libró de la etiqueta al 70% de su portafolio de productos.
“Siempre hemos estado muy preocupados porque nuestro portafolio sea lo más sano posible. Le damos al consumidor la opción de productos con y sin azúcar. Ellos son los que deciden”, dice Silvia Dávila.

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