Placer global, el queso Oaxaca deleitando paladares en restaurantes de alta cocina y cocinas caseras.
En el vasto mosaico de la riqueza gastronómica mexicana, emerge un tesoro culinario que ha conquistado paladares en todo el mundo: el queso trenzado, una deliciosa especialidad con raíces profundas en Oaxaca.
Este queso, a menudo llamado “quesillo”, es un elemento distintivo de la gastronomía mexicana y ha conquistado paladares en todo el mundo. Pero, ¿cuál es la historia detrás de esta deliciosa creación?, aquí te lo contamos.
Queso Oaxaca, más que un ingrediente, una joya culinaria con historia
El quesillo no es simplemente un producto lácteo; es un testimonio viviente de la habilidad artesanal que se ha transmitido a lo largo de generaciones. Sus orígenes se remontan a tiempos prehispánicos, cuando las antiguas comunidades indígenas de la región ya estaban familiarizadas con las técnicas de producción quesera.
El fusión de culturas: El queso Oaxaca no surgió en aislamiento. La llegada de los colonizadores españoles trajo consigo nuevas técnicas y sabores, dando lugar a una fusión culinaria que enriqueció la tradición quesera preexistente. La mezcla de métodos indígenas y técnicas europeas creó la base para este queso tan especial.
Versatilidad en la cocina local: El quesillo, más que un ingrediente, se ha convertido en un pilar de la cocina local. Su versatilidad permite su uso en una variedad de platillos autóctonos, desde las clásicas tlayudas hasta las empanadas rellenas. Es el compañero perfecto en la mesa de las celebraciones y festividades.
Un producto de denominación de origen: En 1999, el queso Oaxaca obtuvo la Denominación de Origen, un reconocimiento que destaca su conexión única con la región y su proceso de elaboración específico. Este estatus protege la autenticidad del queso, asegurando que solo los productos elaborados en la región de Oaxaca puedan llevar este preciado nombre.
Este queso trenzado, nacido de la herencia prehispánica y enriquecido por la fusión de culturas, es un verdadero tesoro gastronómico. Su proceso artesanal, su versatilidad en la cocina local y su reconocimiento como un producto de Denominación de Origen son elementos que elevan este queso a la categoría de una joya culinaria que ha conquistado corazones en todos los rincones del mundo.
El queso Oaxaca es mucho más que un ingrediente culinario; es un testimonio vivo de la riqueza cultural y gastronómica del estado. A través de sus raíces históricas, su proceso artesanal y su papel cultural, este queso continúa encantando a quienes tienen el placer de degustarlo, llevando consigo la esencia de una tradición que perdura a través de los siglos.