Según la FAO-ONU, en 2050 la población mundial será de 9 mil millones de personas. Y Brasil tendrá 254,1 millones de ellas. Alguien va a tener que alimentarlas. Alguien va a tener que proporcionar leche para ellos. La cadena de la leche viene sufriendo varias alteraciones y aún tiene mucho para evolucionar.
Muchos pensamientos ya han cambiado, muchos “ORDEÑADORES” de leche ya evolucionaron a PRODUCTORES, y éstos, si quieren permanecer en la actividad, van a tener que evolucionar hacia EMPRENDEDORES. No basta con producir, es necesario entender el NEGOCIO leche, ver la hacienda como una empresa, y como tal, generando beneficio y satisfacción.
El emprendedor de la leche va a tener que planificar mucho: planificar producción y planificar la gestión. Planear no es sólo esperar cosas buenas, eso es soñar. Planear es saber los riesgos que se corre, tener una planificación por escrito de lo que se espera, producir y facturar y haber anotado los riesgos y las adversidades que puedan surgir.
Quien tenga este pensamiento, estará preparado para los momentos difíciles de la actividad, hallando una manera de sufrir menos en estos períodos.
También será necesario entender de mercado y de clientes. Hoy en día ya existen líneas específicas de lácteos con clientes específicos también, pero vale recordar que estas líneas tienen un número menor de consumidores, entonces no sirve a todos desear migrar a una sola línea.
Estas especificidades son nichos de mercados que agregan valor al producto y desafían la oferta de la línea convencional.
La leche es para profesionales y definitivamente la actividad no permite más aventureros. Vamos a hacernos emprendedores lo más rápido posible para que podamos disfrutar de los beneficios de la actividad y orgullosamente ofrecer un alimento de calidad y en cantidad para las generaciones futuras.
Fuente: MilkPoint por Fabrício Nascimento