Una sociedad cada día más preocupada por el impacto de sus acciones cotidianas marca la hoja de ruta de las empresas más comprometidas hacia un nuevo modelo de desarrollo.
CALIDAD PASCUAL

La palanca decisiva en la balanza de actuaciones necesarias para crearel planeta que queremos está en manos de un consumidor cada día más informado y más exigente. Según datos del último Eurobarómetro sobre protección animal, el 94% de los españoles considera importante el bienestar de los animales de las granjas, y a un 71% le gustaría contar con más información al respecto.

Las empresas deben por tanto adaptarse a esta nueva realidad creciente, ofreciendo una mayor transparencia sobre todo aquello que queda tras ese bonito packaging con el que lucen sus productos en la estantería del supermercado.

La historia que se esconde tras ese alimento, de dónde viene, cómo ha sido envasado, cuánta contaminación ha provocado su transporte o en qué condiciones ha sido producido son algunas de las preguntas que llevan al consumidor de nuestros días a determinar si un producto es sostenible, ético y saludable y, por tanto, si lo adquiere o no.

En su cesta de la compra hay un voto de confianza diario que determina su apoyo a la actividad de una empresa, su objetivo, su misión y sus valores. Este gran reto de transparencia que se plantea ante las organizaciones es en realidad un camino que, aquellas que hubieran optado por el buen hacer desde su inicio, ya tienen transitado.

En esta línea se enmarcan las acciones que rodean todo el proceso que sigue Calidad Pascual, que ha obtenido la certificación AENOR Conform de Bienestar Animal en tan solo tres meses debido a que fue desde un principio la base sobre la que su fundador, Tomás Pascual, erigió la marca en 1969.

Granjas de bienestar animal

Hoy, 50 años más tarde, la sostenibilidad y el cuidado de sus animales continúan siendo la hoja de ruta que ha llevado a esta marca hasta el pódium de la calidad sostenible y ética. Orgullosos de ser el primer fabricante que obtiene la Certificación de Bienestar Animal en todas sus granjas proveedoras, la compañía ha situado la política activa de bienestar animal como uno de sus pilares estratégicos.

Para ello, de las más de 850.000 vacas que hay censadas en nuestro país, Calidad Pascual se ha propuesto llevar a sus 90.000 a la vanguardia en calidad de vida, lo que determina de forma vital la calidad de la propia leche.

Pionera en los años 70 en introducir en España la uperisación de la leche y el envasado de brik, la marca apuesta ahora por relanzar su leche certificada al 100% en bienestar animal.

Ganadería de precisión, a la vanguardia en tecnología

Igual que en el caso de los podómetros o los smartwatch, la tecnología wearable también ha llegado hasta las vacas con el objetivo de mejorar su calidad de vida. En plena revolución digital del sector, esta monitorización ofrece, con la ayuda de la inteligencia artificial, nuevas posibilidades para conocer toda la información del estado de las vacas a tiempo real.

Los sensores de identificación, situados en las patas o en el cuello de los animales, proporcionan al ganadero una información vital para atender a sus animales, como su nivel de confort, posibles enfermedades que puedan contraer o incluso celos.

Con esta tecnología punta, llevar a cabo el concepto de las “cinco libertades” resulta mucho más sencillo para los ganaderos: lograr cuidar a los animales de forma que estén libres de hambre, sed y desnutrición, libres de miedos y angustias, libres de incomodidades físicas o térmicas, libres de dolor, lesiones o enfermedades, y libres para expresar las pautas propias de su comportamiento.

El amor por los animales marca la diferencia

Si Tomás Pascual dejó un legado claro a sus hijos fue sin duda la idea de que, para lograr la máxima calidad de sus productos, los animales debían vivir en condiciones de máxima calidad. Bajo este prisma, Pascual se ha convertido en el único gran fabricante con todas sus granjas certificadas en Bienestar Animal por AENOR.

Basado en el referente europeo WelfareQuality® y desarrollado junto al Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), este modelo se basa en 12 premisas que se resumen en cuatro grandes grupos: los animales deben disponer de buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y un comportamiento apropiado para la especie.

“En definitiva, tienen que ser “vacas felices”, explica el responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual, Félix Díez. “Nuestro objetivo es dar lo mejor en cada parte del proceso, para garantizar que llega la mejor leche a los hogares”, señala Tomás Pascual, presidente de la compañía. “Debe de ser producida de una manera respetuosa con el bienestar de las personas, de los animales y respetuosa con el medio ambiente. Así creamos valor para todos”, explica Díez.

‘Mimar a nuestras vacas’

Para obtener la certificación de bienestar animal, se evalúan todos los requisitos que tienen que ver con estos parámetros y se exige un nivel “aceptable” durante el primer año de su implantación. Tras tres años, las granjas deben haber alcanzado un nivel superior, “bueno”, para lograr mantener esta certificación.

Sin embargo, los principios desde los que se creó Pascual la han conducido a obtener el nivel superior desde el primer año. Estas prácticas, supervisadas por medio de gestores y auditorías, son también impulsadas por asociaciones como la Organización Interprofesional Láctea (INLAC) y la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL) para mejorar la calidad de vida de los animales.

Calidad y sabor, de la mano

La vinculación con los productores es otro punto fundamental en la sostenibilidad y el desarrollo ético de las actividades comerciales. Por ello, de las casi 350 granjas de aprovisionan a la marca, casi el 90% lleva más de diez años vinculada a ella y, además, el 100% del gasto que supone comprar la leche se destina a proveedores locales españoles.

La marca realiza además controles de calidad que triplican los estándares exigidos, lo que se traduce en una leche de sabor superior que ha sido galardonada con el Diamond Taste Award por la iTQi, una organización líder mundial dedicada a catar y promover productos alimenticios de sabor superior.

Medio siglo después de su fundación, esta compañía continúa siendo el ejemplo de bienestar animal que proporciona la gran calidad de sus productos. Una leche obtenida mediante un vínculo esencial por parte de los ganaderos hacia sus vacas le proporciona el sello de bienestar animal que guía la hoja de ruta de cualquier empresa que quiera entrar a formar parte un mercado futuro que ya se dibuja entre las líneas de la transparencia, la ética y la sostenibilidad.

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