La detección de clorato en leche motivó un aviso preventivo a productores, mientras la industria y los equipos técnicos refuerzan controles y acciones correctivas para reducir su presencia en la materia prima.
Desde esta semana, Conaprole comenzó a enviar reportes por mensaje de texto a sus socios cooperarios informando los niveles de clorato detectados en la leche. La información se canaliza de manera directa y segmentada, como parte de un trabajo coordinado entre productores, técnicos, la industria y Prolesa.
Los cloratos son contaminantes que se originan en el uso de cloro como desinfectante. Su presencia es considerada perjudicial para la salud humana y, además, representa una restricción relevante en el comercio internacional de productos lácteos.
Los análisis se realizan a nivel de productor y los resultados se clasifican en tres categorías: nivel bajo, nivel alto y nivel muy alto. El nivel bajo es el objetivo esperado y no requiere acciones adicionales, ya que se encuentra dentro de parámetros aceptables.
En los casos de niveles altos o muy altos, se indica la necesidad de tomar medidas correctivas, principalmente dejar de utilizar cloro en los procesos. No obstante, también se identificaron situaciones en las que el problema no proviene del uso de cloro directo, sino de un enjuague deficiente de jabones alcalinos clorados.
Desde el programa de Calidad de Leche del Área Productores, a cargo de la Dra. MV Florencia Ponce de León, se destacó que las acciones implementadas ya están dando muy buenos resultados. Asimismo, se recomendó a los productores consultar con su referente zonal o técnico para recibir orientación específica sobre las medidas a aplicar en cada caso.
Desde la industria se aclaró que el producto disponible en comercios no representa ningún riesgo para los consumidores, ya que la situación está bajo control y se trabaja activamente para corregir los desvíos detectados.
Fuente: Todo El Campo






