La asociación Foodwatch, que lucha por una dieta segura, ha comunicado que se han encontrado contaminantes derivados del petróleo que a la larga podrían ser perjudiciales para la salud en leches de Danone y Nestlé . Se trata de aceites minerales, ingredientes no habituales en este tipo de productos, que realmente son un derivado del petróleo que normalmente se usa como lubricante o antipolvo.
Según este colectivo, las partículas de estas sustancias aparecen en cantidades «inaceptables» en algunas leches infantiles, según las pruebas que se han realizado por laboratorios independientes en 16 cajas de diferentes marcas.
La ONG que aboga por una dieta sana recuerda que estas sustancias son reconocidas como potencialmente cancerígenas y mutagénicas, tanto en Francia como en el resto de Europa. Como resultado, Foodwatch solicita el retiro de estas leches infantiles, que se venden en Francia, Alemania y los Países Bajos. De momento no hay constancia de su venta en España.
En Francia, las leches implicadas son Nidal Milk Powder, de 0 a 6 meses, que pertenece al grupo Nestlé; y la leche de crecimiento de Gallia Galliagest sin lactosa, de 12 meses a 3 años, fabricada por Danone. Foodwatch también acaba de lanzar una petición para exigir a las empresas agroalimentarias que hagan desaparecer estas sustancias de los productos que venden. Esta petición fue firmada al momento por más de 6.000 personas.
No obstante, la oenegé asegura que estas leches no presentan riesgos inmediatos o agudos, y tranquiliza a la población asegurando que no se trata de llevar a los niños que los consumieron al hospital.
En esto insiste Camille Dorioz, gerente de campaña de la asociación. Pero también afirman que representan riesgos a largo plazo para estos bebés. «Los disruptores endocrinos, por ejemplo, pueden alterar su crecimiento o el buen funcionamiento de sus hormonas cuando alcancen la pubertad», dice Foodwatch.
Ante la pregunta de cómo se encontraron estas sustancias nocivas en las leches infantiles, Foodwatch especula que esta contaminación no es intencional y que proviene de la caja de aluminio en la que se venden estas leches. Pero solo los fabricantes que los fabrican pueden identificar con precisión la fuente de esta contaminación. Nestlé y Danone aún no han hecho comentarios al respecto.
UNA PRIMERA ALERTA EN 2015
Esta no es la primera vez que la ONG llama la atención de la industria sobre la contaminación con aceites minerales. Ya en 2015, Foodwatch señaló la presencia de estas sustancias en cajas de lentejas o garbanzos que estaban empaquetados en cajas de cartón.«El caso había hecho mucho ruido, los grupos agroalimentarios habían prometido eliminar estos consumibles de aceites minerales.
Incluso se emitió una opinión en 2017 para que el retiro de estas sustancias de los alimentos fuese una prioridad», recuerda al portavoz de la asociación.
Pero Foodwatch se lamenta de que las cosas no hayan mejorado. «Tuvimos mucha comunicación con Nestlé en 2015 sobre este tema, y ??tres años después, de las 5 leches de la marca que probamos, 3 tenían rastros de contaminación con aceites minerales».
De momento, en Francia la presencia de estas sustancias en los alimentos nunca ha provocado la retirada de productos contaminados. Pero Foodwatch cree que «cuando se trata de productos para niños pequeños, estaría justificado».