En todo el mundo, cada 12 de abril es el Día Internacional del Helado, quizás el postre preferido del mundo. Aunque no es originario de la Argentina, es un postre típico nacional que se transformó en parte de nuestro patrimonio cultural.
La fecha es promovida por la Asociación Internacional de Productos Lácteos, con el objetivo de impulsar su consumo y también festejar y homenajear al helado, el cual es uno de los favoritos de muchísimas personas alrededor del planeta.
Argentina está en el top 10 mundial de los países más consumidores de helado. Según la Asociación de Heladeros Artesanales (Afadhya), cada argentino y argentina consume en promedio anual alrededor de 6,9 kilos, lo que nos hace el noveno país más consumidor de helado del mundo.
El origen del helado
Una teoría es que los antiguos romanos son los inventores del helado. En su proceso, utilizaban nieve, frutas y miel. La leyenda dice que el emperador Nerón hacía traer nieve de los Alpes para que le preparasen esta bebida helada.
Sin embargo, otra versión señala que los chinos, muchos siglos antes de Cristo, ya mezclaban la nieve de las montañas con miel y frutas. Siglos más tarde, en la corte de Alejandro Magno, se enterraban ánforas en la nieve que contenían frutas mezcladas con miel para conservarlas mejor, las cuales eran después servidas heladas.
Fue recién en el año 1660 que el italiano Procopio inventó una máquina que homogeneizaba las frutas, el azúcar y el hielo, con lo que se obtenía una verdadera crema helada, similar a la que conocemos en la actualidad.
El helado llegó a nuestro país en el año 1902, y hoy, el Helado Artesanal Argentino es reconocido a nivel mundial. Tal es la calidad alcanzada por las heladerías artesanales que, al compararlo, los argentinos valoran y prefieren por sobre el que se ofrece en otros lugares del mundo.