Hace unas semanas, un grupo de tamberos se movilizó ante un mensaje de WhatsApp de un pequeño productor de la zona de Bolívar, provincia de Buenos Aires.

En él decía que por el robo de la máquina de ordeñe y la carneada de tres animales había decidido “dejarlo todo” y poner a la venta los ejemplares que tenía en su establecimiento. Ante el sentido mensaje, productores lecheros encabezaron una recaudación para comprarle una ordeñadora nueva y dieron a conocer la iniciativa. En medio de la difusión de su caso, la policía de Bolívar inició una investigación que terminó con la detención del productor en cuestión por una supuesta estafa por otros hechos.
Rodrigo Puccinelli, quien al difundirse la colecta le dijo a este diario otro apellido (Pizzinelli), en ese momento estaba vendiendo en la red social 14 vacas, 12 terneros entre Holando y Jersey y 25 ovejas que tenía en su establecimiento. Pero una investigación que encabezó la policía de Bolívar terminó ligando al productor con presuntas estafas.
LA NACION se comunicó con el comisario Juan Gabriel Aguirre quien llevó adelante las averiguaciones pertinentes del caso y afirmó que Puccinelli, desde noviembre de 2019, tenía un contrato de capitalización por 75 vacas, 53 terneros, 3 toros y en marzo de este año, presuntamente, el productor decidió vender parte de la hacienda en su poder a un productor de la ciudad de 9 de Julio.
“Él intercambió 17 vacas Aberdeen-Angus por Holando y le dieron dinero adicional porque esas vacas son superiores a las que le dieron. Yo fui hasta 9 de Julio, y corroboré que le habían depositado dinero. Vendió como propio algo ajeno. Incumplió, además, el contrato que tenía. Esto es una estafa”, dijo Aguirre.
Según el comisario Aguirre, Puccinelli, a su vez, habría estafado a una persona de la localidad de Pontevedra, Partido de Merlo, a quien, aparentemente, “le vendió otro lote de vacas por una suma consistente a los $200.000”. Además, “recibió chanchos a cambio de una máquina de ordeñar. Sin embargo, el hombre cuando vio que no se iba a hacer el negocio de los cerdos, vino y se llevó la máquina y él (Puccinelli) dijo después que se la habían robado, pero no había puesto la denuncia”, advirtió.
De acuerdo con el comisario, el domingo Puccinelli se habría negado a declarar, por lo que fue trasladado de Bolívar hasta Azul, donde quedó detenido.
Consultado sobre si cabe una denuncia contra el detenido, y qué podría pasar en caso de que se retire, el comisario respondió que “no se retira la denuncia porque no hay ninguna denuncia en particular, ya que la investigación sigue siendo de oficio. Se le tomó declaración a los cuatro damnificados y esto es una declaración judicial, si alguno de los cuatro decidiera que lo quiere perdonar, la causa sigue igual”, aseveró.
Los delitos a los que se enfrenta Puccinelli serían administración fraudulenta, estelionato y estafa, a la espera de que continúen las investigaciones de la fiscal Julia María Sebastián. “Por las cuestiones judiciales se enfrenta a una pena de seis años de prisión. Aunque eso lo valorará la Justicia. Sumado a que el delito no es un robo calificado, sino de conducta”, amplió.
Tras realizarse la detención en el campo que alquilaba Puccinelli, la policía secuestró 26 vacas, 17 terneros y un toro del lote inicial, además de la máquina de ordeñe que habían comprado los productores que se habían solidarizado con el presunto tambero en las últimas semanas.
Según pudo saber LA NACION, una vez que la fiscal lo disponga, la ordeñadora secuestrada podría pasar a la escuela agrotécnica de Bolívar por decisión de los productores que encabezaron la movida.
“No queríamos juzgar a nadie y cuando salió la nota de LA NACION nos llamó la policía para poner un poco el freno y ellos empezaron a investigar. En ese momento vino una decepción muy grande ante un hecho que para nosotros era una situación de drama total de alguien que lo había perdido todo”, dijo Francisco “Pachy” Tamborenea, quien encabezó la colecta.
Después de pagar la máquina de ordeñe, “habían sobrado 12.000 pesos y le íbamos comprar maíz para que le diera a las vacas. Nosotros no tenemos la culpa de lo que pasó. Nosotros estamos a 2 kilómetros y jamás pude ir a verlo. No lo conocía porque el tipo no era de acá”, señaló.
Fernando Alzueta, presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, aseveró que a Puccinelli no lo conocía personalmente porque era relativamente nuevo en la zona y que sabían que “tenía poquitas vacas y por eso tenía una máquina de pocas bajadas”. Además, sostuvo: “Conozco a la mayoría de los tamberos de Bolívar (son entre 60 y 70), pero no sé si él (Puccinelli) es un tambero igual”.

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