En un escenario de merma de -15,2% de la leche con respecto al primer cuatrimestre del año pasado, inferimos que el precio de la materia prima mantendrá su poder de compra para los próximos meses.
En la siguiente infografía observamos, como fondo de la misma, la evolución de la producción de leche, donde ese valle en el primer cuatrimestre de 2024, acumula un promedio de -4,4 mill lt/día menos en el recibo de leche por parte de la industria.
El año en curso presenta una producción acumulada -15,2% inferior y un consumo interno, según Balance Lácteo del OCLA, -18% inferior, pero la tracción sobre los negocios la impone el mercado exportador presionando sobre las existencias de lácteos. Como puede verse en el siguiente gráfico, éstos en vez de crecer se achicaron -6% en abril 2024 con respecto al nivel de existencias de abril 2023:
Con el 58% de la leche entrando a una tina quesera en el primer trimestre de 2024 es razonable ver que la mayor proporción de las existencias corresponden, con 70% del total de equivalente litros, a quesos (48% quesos duros, 34% semiduros y blandos 17% ) especialmente sabiendo que la mayoría de las PyMES están volcadas al mercado interno. Mientras que los stocks de leche en polvo entera, producto mayormente exportable, caen -23% abril 2024 vs abril 2023:
Esta es una descripción de la coyuntura, pero es de esperar una recuperación de muchos indicadores locales a partir de julio 2024, entre ellos el PBI con lo que se mejoraría en alguna medida el consumo interno en un contexto de mercado externo sostenido. La recuperación de la producción de leche local está supeditada a la mejoría de producción de las vacas que actualmente están en producción (se les está dando bien de comer pero siguen debajo de la curva 2023) y agravado esto por la reducción del rodeo nacional en unas 100.000 vacas, que de ser representativo el número, comprometen unos 2 millones de litros/día de nuestra Cadena Láctea.