Uno de los alimentos de origen animal con más presencia en las heladeras es la leche. Se consume en múltiples comidas e incluso en postres. Sin embargo, los distintos tipos y características muchas veces no son bien conocidos o pasan desapercibidos en la etiqueta.
Dentro de los tipos de leche de vaca, estas son las principales variantes:
Pasteurizada, UHT (larga vida) o en polvo
Tanto la leche pasteurizada como la UHT (ultra alta temperatura) pasan por procesos de calentamiento y enfriamiento al salir del tambo.La diferencia radica en la temperatura del proceso. Mientras que la leche pasteurizada se calienta entre 70°C y 75°C durante 15 a 20 segundos, la UHT alcanza los 135°C en cuestión de segundos. Por eso, el proceso de la segunda se denomina esterilización, ya que elimina todos los microorganismos y le otorga una vida útil de hasta cuatro meses.Por otro lado, la leche en polvo también es pasteurizada, pero se le extrae toda el agua, transformándola en un polvo seco.
Tipos A, B y C
Existe una clasificación menos conocida que se basa en los niveles de contaminación microbiológica de la leche pasteurizada.
- Tipo A: contiene la menor cantidad de microorganismos.
- Tipo B: tiene un nivel intermedio de contaminación.
- Tipo C: presenta la mayor carga bacteriana.
Entera, descremada y semidescremada
La diferencia entre estas tres variantes es el porcentaje de grasa en su composición: