El domingo por la tarde, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció entre otras cosas, un nuevo régimen para agilizar la venta de soja, a través de un mecanismo en donde los productores venderían hasta el 30 de septiembre a un tipo de cambio en torno a los $200. Para dirigentes y referentes del rubro, este esquema “transitorio” deja muchos interrogantes y hay malestar en distintos sectores.
Sobre este nuevo escenario en la economía actual de nuestro país, en FM Vos 94.5, dialogamos con Carlos Achetoni, titular de Federación Agraria Argentina. «La medida no es mala para aquellos que tienen soja, pero sí para los pequeños y medianos productores que no la tienen o ya la vendieron, sobre todo es una pésima medida para las economías regionales, ya que las discrimina con respecto al resto de las producciones», advirtió Achetoni ni bien comenzó la charla.
«Dentro de los anuncios, Sergio Massa brinda dos títulos. Uno es la asistencia para el pequeño y mediano productor, y el otro refiere a las economías regionales, debido a que este tipo de productores necesitan alguna asistencia para que haya un equilibrio entre las distintas producciones. En estos días, vamos a estar trabajando para ver la manera de llegar a este sector, que es el que ha quedado afuera de este sistema», aclaró.
Luego, emitió su opinión sobre si esta clase de medidas (dólar más competitivo) se podrían extender hacia otros rubros exportadores «Nosotros pedimos que haya una paridad única para todas las exportaciones, creo que es lo lógico. No solamente para la producción, sino también para cualquier otro tipo de rubro, para que haya una armonía y un crecimiento exponencial en cuanto a la intención de traer divisas al país. Lamentablemente, no se logró, pero vamos a seguir insistiendo por esa vía», expresó el titular de Federación Agraria Argentina.
«Ellos argumentan que, si se involucraba a todos estos sectores, puede originarse un desequilibrio en la mesa de los argentinos y su alimentación. Por esta causa, entendieron que la soja es lo que menos efecto tiene, pero no es así, porque en la alimentación animal de proteína cárnica, lácteos o huevos, lo tiene directamente, ya que la soja forma parte de la conformación de ese alimento. Hay sectores que no les han vendido, o lo hicieron sin precio, para luego trasladarle el sobreprecio que tiene ahora», continuó explicando el referente del sector.
Por otra parte, hizo mención a los resultados que se esperan a partir del anuncio que hizo el gobierno nacional en torno al dólar soja. «La verdad es que en una primera instancia parece que comenzó bien, no sé cuál será el alcance de esta repercusión y si va a tener una continuidad en el mes, pero lo cierto es que gran parte de esa liquidación va a tener su correlato siempre y cuando haya posibilidades de inversión, como es la compra de insumos o de repuestos para maquinarias. Entonces el productor se verá tentado a liquidar a este precio si hay fluidez en las compras. En caso contrario, para el productor será desprenderse de lo producido y tener un dólar chacarero en la mano, siendo este un momento complicado en cuanto a la credibilidad», argumentó Carlos Achetoni.
Para finalizar, esgrimió unas palabras sobre el escenario actual que atraviesa el sector que él representa. «La situación está bastante complicada, debido a que son rubros que vienen siendo castigados desde hace mucho tiempo. Se les ha pagado, muchas veces, precios por debajo de los costos y ha llegado a las manos de los consumidores con un valor totalmente distorsionado. Esto viene de larga data y no se ha podido corregir. Necesitamos lograr precios referenciales que le garanticen al productor tener rentabilidad. Este es, sin dudas, un desafío y un trabajo arduo que tenemos por delante. Por otra parte, está el problema de la dualidad cambiaria, ya que nuestro dólar oficial nos somete a una economía irreal ante un valor de un dólar físico imposible de adquirir para la mayoría de los argentinos, y ante el ingreso de productos importados como los cárnicos de Brasil, o vinos y frutas de Chile, algo que nos impacta de forma directa. Esta situación nos complica, ya que, por esta dualidad del cambio, no podemos ser competitivos», cerró.