Una de las opciones de Tour Lechero es la visita al flamante tambo Cuatro Ceibos, que pertenece a la empresa Fortezza SA, de la familia Bosio, en cercanías de Colonia Vignaud. “Es una ventana hacia la tecnología que viene en el mundo. Se trata de una sala única en el sistema convencional con este equipamiento. La sala de ordeñe permite 30 vacas de cada lado, es decir, 60 vacas juntas se pueden ordeñar porque el equipo de ordeñe es una doble línea por cada lado por 30 bajadas, teniendo por resultado una eficiencia de 300 vacas por hora. Las salidas de las vacas están hechas con un brete americano del cual tienen las salidas rápidas y es ajustable”, apunta Daniel Macagno, técnico de GEA, la empresa que proporcionó la tecnología.
La nueva megasala de ordeñe posee medición electrónica Metatron y collares con identificación, actividad (para celo), tiempo de rumia (para comida), inactividad (cuando la vaca queda quieta por algún problema) en el programa de gestión de salud y celo Cow Scout. “Todo el sistema de ordeñe tiene un sistema con medición electrónica, identificación por puestos, una antena individual por cada puesto de animal. Su salida tiene una puerta separadora que permite, por medio de collares, tener información y hacer los eventos necesarios para tener todo el rodeo en orden”, describe Macagno.
Las flamantes instalaciones -de casi 2.000 metros cuadrados- cuentan además con oficinas y dependencias diversas, y un primer piso preparado para reuniones y visitas. En esas instalaciones está alojado el sistema de equipos de frío de 70 HP para 40.000 litros. “Esto hace que la leche de las 60 vacas ordeñadas por tanda pase directamente por una placa y la leche se enfríe con los chillers a 4° centígrados en cuestión de segundos”.
Todo el sistema de lavado es de agua reciclada en lo que respecta a efluentes. Posee una laguna para decantación, otra laguna para transporte y una tercera laguna que tiene una bomba de 60 Hp con bocas en cada lugar de la sala de ordeñe y también en la pista de comida. “Todo este esquema está previsto para futuras pistas de comida que se construirán, porque es un sistema de mucho ahorro de agua”, apunta Macagno.
Un tambo con historia, presente y futuro
Fortezza es una empresa mixta con base en tambo, pero también hacen carne y cosecha. “Mi abuelo viene a Colonia Vignaud con mi papá y con el tambo, donde ahora tenemos el feedlot. La familia lleva 65 años siendo productora lechera”, señala Javier Bosio, quien es el mayor de los hermanos que actualmente comandan la empresa.
“Mi abuelo en el año 1978 decide dejar por cuestiones de salud, continúan mi tío y mi papá Cesar en el campo con el tambo, y luego ponen un tambo más donde ahora está la planta de silo, y en el año 1991 yo termino el secundario y empezamos a alquilar tambos con mi papá y mi tío, llegando a alquilar nueve tambos. Cuando se divide la sociedad, un tambo se fue con mi tío, uno fue redistribuido, y ahora la idea es juntar todo lo que queda acá, que serían 7 tambos”, añade Javier.
La idea de instalar un tambo con tecnología anima a los Bosio desde hace más de una década. “Con mi hermano viajamos a Estados Unidos para estudiar todo acerca de la concentración de tambos, y fuimos cambiando nuestra forma de pensar. Finalmente nos decidimos por una instalación para ordeñar 2.000 vacas con un sistema de salida rápida. Lo decidimos porque en Estados Unidos observamos que eran tambos ágiles, bien diseñados, donde las vacas salían rápido y, finalmente concluimos en que era lo que necesitábamos. Cuando llegó la hora de comprar equipamiento para este tambo era mucho más barato que la calesita y que el robot. Empezamos pensando en un tambo de 24, lado por lado, y terminamos en uno de 30 lado por lado”, indicó.
Fortezza está localizada en la localidad de Colonia Vignaud al este de la provincia de Córdoba, entre las ciudades de Brinkmann y Morteros. A partir de los seis tambos con los que contaba la empresa, se empezó a pensar en un proyecto de unificación de tambos. “A partir de ahí se hizo un análisis de proyecto de inversión contemplando varios sistemas como rotativos, salidas rápidas, vacas sin galpón, vacas con galpón. De todo ese proyecto, lo que nos convenía era la mayor rentabilidad, pero también las menores inversiones para llevar adelante el proceso de unificación”, indicó Javier Bosio.
“Después de varios análisis, decidimos que íbamos a empezar a trabajar sobre doble 30 de salidas rápidas para ordeñar aproximadamente 1700 vacas por día en tres ordeños. Este proyecto, por la situación del país, tuvo algunas demoras, pero se fue llevando adelante a distintos ritmos”, precisó.
Actualmente van llevando las vacas de a poco a las nuevas instalaciones que se complementan con una extensa pista de alimentación. “Ahora hay 420 vacas en ordeñe. Tenemos 100 vacas secas y 80 vacas preparto. Todo se desarrolla en drylot con una pista de alimentación de 250 metros de largo y las vacas de ambos lados. El diseño está pensado para ponerle un techo y que se convierta en un compost”, puntualiza el productor de Colonia Vignaud, que con la sociedad familiar hoy ordeñan unas 1.500 vacas, además de otras 700 vacas entre secas y preparto que complementan el sistema productivo.
Consultado sobre la producción, Javier Bosio puntualizó: “Logramos recuperar 28 litros promedio, pero con el calor caímos a 17 litros en el promedio de todos los tambos, y ahora con las pariciones vamos a mejorar. El objetivo es poder llegar a 35 litros promedio en un momento pico. Creemos que se puede lograr porque no estábamos lejos con el otro sistema y, si tuviera galpón en la pista de alimentación, aspiraría a 40 litros”.
Bosio enfatizó que toda la obra les llevó un buen tiempo: “Esto nos llevó tres años construirlo. Respecto a la inversión, hubo créditos para la ordeñadora y para la pista, pero otra parte fue esfuerzo nuestro”.
Hace dos meses, Fortezza empezó a ordeñar las primeras vacas sobre este galpón. Va a haber dos tambos unificados y, con el paso del tiempo se van a ir unificando más tambos. La idea es poder crecer en la cantidad de animales, mejorar la eficiencia y poder tener un mejor manejo de la situación.
El sistema de producción cuenta con un centro de alimentación, con un mixer estacionario y con camiones distribuidores de comida, de TMR o de ración parcial mezclada, en los casos en que las vacas estén pastoreando. Este centro de alimentación es el que abastece al sistema nuevo de confinamiento y de ordeñe de la salida rápida para 1700 vacas.
Todo esto es lo que se podrá ver en el Tour Lechero que propone TodoLáctea. El mismo se concretará el viernes 10 de mayo desde las 9.00 horas. Los interesados pueden inscribirse desde la web del evento: https://todolactea.com.ar/lecheria/tour-lechero/ o escribiendo a tourlechero@todolactea.com.ar
Además, Fortezza hace un sistema de crianza unificado en una sola crianza dentro del establecimiento, y una recría única para todos los tambos. En esta recría la ternera va con 170 kilogramos y vuelve un mes antes de parir a los tambos. “En el nuevo tambo va a haber un centro de parición para asistir y alimentar a todas las vacas preparto y luego, estas vacas van a ir a producción al resto de los tambos que van a seguir funcionando”, aporta el médico veterinario Hernán Ré, asesor de Fortezza.
El otro Tour Lechero propone la visita a dos tambos robóticos
Desde hace dos años Manfrey, la gran cooperativa del centro-este de Córdoba puso en marcha un free-stall con cuatro robots ordeñadores. El establecimiento ubicado a la vera de la ruta 70, a pocos kilómetros del casco urbano de Freyre, ya tiene más de 200 vacas que son ordeñadas por cuatro robots DeLaval, y también implementó toda la tecnología de esa compañía.
Cuando el emprendimiento esté completo, trabajará con 1.200 vacas en un sistema de “free stall”, un modelo asociativo pensado en el bienestar del animal.
La historia de este enclave productivo se plasmó tras algunos años, de instrumentación de tambos con sistema de producción convencional que la cooperativa viene desarrollando, a los efectos de crecer en litros, pero, a la vez de que no salgan tambos del sistema productivo cuando un productor decide abandonar la actividad, es decir que el objetivo además es que en esas tierras e instalaciones se siga produciendo leche.
“La otra opción analizada fue hacer un tambo ‘calesita’, pero la inversión inicial era muy grande y la infraestructura iba a estar ociosa por un tiempo”, justificó Ercole Felippa, titular de la cooperativa.
Además de sostener que el ordeñe voluntario, como es el sistema por robot, representa un cambio en los paradigmas tradicionales de la actividad, porque no sólo permite obtener una mayor productividad individual por vaca, sino que, por sobre todas las cosas, “humaniza” la tarea del tambero, trabajo que históricamente se destacó por no tener días libres.
En las instalaciones bajo galpón, el rodeo de producción tiene todas las comodidades de bienestar animal. Son las vacas las que deciden cuándo quieren ser ordeñadas: el promedio actual es de 2,8 veces por día.
Para ello, cuenta con un collar electrónico que, además de accionarle la apertura y el cierre de las distintas puertas de las instalaciones, permite recolectar gran cantidad de información.
El primero de los módulos está equipado con cuatro robots que, cuando estén completos, ordeñarán cada uno alrededor de 70 vacas por día.
En cuanto al promedio individual de producción de leche, su cálculo se dificulta debido a que las vaquillonas están en período de parición. Por lo pronto, aquellos animales que parieron hace un mes están aportando 45 litros por día.
Además, la empresa cuenta con un criadero cooperativo de terneros, donde se crían los animales y se recrían las vaquillonas, con el objetivo de devolvérselas al productor a punto de parir.
“De esa manera, el productor tiene en el campo categorías productivas, que son las que le van a permitir crecer en producción”, agregó. A partir de su iniciativa trazada de producir también su propia materia prima, Manfrey genera en cinco tambos tradicionales –más el robotizado– un total de 45 mil litros diarios de leche.
La meta de la cooperativa es construir un segundo módulo y dejar para años sucesivos el módulo 3 y el módulo 4 para completar los cuatro módulos con 1.200 vacas en ordeñe.
En el Tour Robótico TodoLáctea 2024 se visitará el tambo de los Barra-Trossero en Colonia Galisteo
En las tierras de Colonia Galisteo, a 37 kilómetros de Rafaela, y muy cerca de Ataliva el tambo de la familia Barra se destaca como un tambo que propone un sistema base pastoril, con vacas ordeñadas por 4 robots Lely.
Gustavo Barra es técnico mecánico y en el año 87 se sumó a trabajar en el establecimiento agropecuario de su suegro. Ya en 1994, fue pionero en instalar un sistema de ordeñe en espina de pescado con 16 bajadas, comederos y extractores de pezoneras automáticos. Lo que da cuenta de su espíritu innovador y su búsqueda por la eficiencia. Hoy, junto a cuatro de sus cinco hijos, llevan adelante una transformación ambiciosa de la empresa familiar, señala una crónica de Kitty Vaquero, publicada en el diario Clarín.
Después de muchos intentos por reconfigurar y tecnificar el tambo, en 2021, Gustavo logró acceder a un crédito para adquirir tres robots de ordeñe que hacía más de dos años quería incorporar y el 18 de julio pasado, su proyecto se hizo realidad.
“Lo veíamos bastante lejos porque los números impresionaban y la cuestión económica está complicada, entonces empezamos a ir al banco a ver si aplicábamos para un crédito, fuimos una vez, dos, tres, y nunca accedíamos, hasta que salió una nueva línea que contemplaba la inversión productiva y compra de equipos de ordeñe importados, así que nos aceptaron el proyecto, les impactó y nos lo otorgaron”, contó el productor.
Además de la inversión en las máquinas, fue necesario abandonar la antigua estructura y hacer modificaciones en el establecimiento, haciendo el tambo nuevo completamente. Una vez instalados los equipos, tuvieron que realizar un proceso de entrenamiento de los animales para que se acostumbren a entrar y salir del nuevo circuito de alimentación y ordeñe solos, algo que lograron en pocos días. Para eso, en el tambo les suministraron alimento con saborizante a fin de que se sientan atraídos para ingresar a ordeñarse.
Después de ese período, las vacas comenzaron a hacer una circulación voluntaria, es decir, van y vienen solas de las parcelas a la sala de ordeñe durante las 24 horas, sin necesidad de que haya un operario trasladándolas. En este sistema, el campo está dividido en tres parcelas de alimentación: las dos primeras son pastoriles, con alfalfa y avena, y la tercera es un patio donde se suministra el grano y el silo de maíz.
“Por ejemplo, desde las 12 de la noche hasta las 9 de la mañana las vacas están en el sector pastoril, entre las 9 y las 16 de la tarde están en el sector de concentrados, y desde las 16 hasta las 00 en el otro sector pastoril, así durante todo el día, la vaca va circulando por esos sectores en busca de comida y cada vez que va de uno a otro tiene que pasar por el robot de ordeñe”, detalló Gustavo.
Cada uno de los tres robots ordeña las 24 horas los 7 días de la semana, y tiene capacidad de ordeñar entre 65 y 70 vacas por día, en promedio. Dependiendo de la producción individual y del tiempo que demoren en prender las pezoneras, el tiempo de ordeñe por vaca varía entre 5 y 7 minutos, pero va mejorando día a día, a medida que el robot se va actualizando. “Es increíble ver cómo funciona, cómo el robot coloca las pezoneras en la ubre, es algo bárbaro, llama la atención”, expresó entusiasmado Gustavo Barra.
Cuando la vaca ingresa, el robot identifica qué animal es, determina la cantidad de comida que tiene que darle, la forma de la ubre para conectar los pezones, entre otras cosas. Todo lo anterior se realiza de forma automática sin que intervenga ninguna persona.
Los robots cuentan con comederos inteligentes, de modo que cuando una vaca ingresa para el ordeñe y la máquina detecta que está aumentando su producción, le va aumentando la cantidad de balanceado suministrado, dosificando por litro de leche.
Además, el robot brinda gran cantidad de información respecto de cada vaca, como su producción por cuarto de ubre, y la cantidad de grasa y proteína. También detecta mastitis por conductividad, indicando cuál es la teta que está enferma.
En las 800 hectáreas del campo de la familia, Gustavo y sus cuatro hijos se dedican al tambo, a la agricultura y a la recría de las vaquillonas del tambo. Siembran 400 hectáreas de soja, 220 de maíz y 180 de trigo, aproximadamente, en siembra directa, sobre suelos de calidad 1 y 2.
Para la alimentación de las 170 vacas en ordeñe hacen pasturas de alfalfa y verdeos de invierno de avena, silo de maíz y de alfalfa, y destinan parte del grano de maíz que cultivan..
Todo esto es lo que se podrá ver en el Tour Lechero que propone TodoLáctea. El mismo se concretará el viernes 10 de mayo desde las 9.00 horas. Los interesados pueden inscribirse desde la web del evento: https://todolactea.com.ar/lecheria/tour-lechero/