Como si hubiera habido algo más que una coincidencia en al fecha elegida, este martes 1 de junio, Día de la Leche, la principal láctea del país, Mastellone Hermanos, activó la refinanciación de los u$s 200 millones de deuda que debe pagar el próximo 3 de julio y, así, evitar el default.
La empresa ofrecerá títulos nuevos por u$s 162,75 millones, el 81,5% de la colocación que vencerá el mes próximo (la Clase F de sus obligaciones negociables). Propone estirar la deuda a cinco años, a julio de 2016, y con una tasa, en dólares, del 10,95% anual. Los papeles actuales pagan 12,625 por ciento.
Según publicó el servicio de información financiera PRNewswire, cerca del 60% de los bonistas ya confirmaron su participación en la operación, que está coordinada por Citigroup, JP Morgan y Santander Investments. La oferta vencerá el 28 de este mes.
El objetivo de esa transacción es descomprimir la situación financiera de la empresa, que es responsable de más del 60% de las leches fluidas que se comercializan en el país.
La dueña de la marca La Serenísima tiene como principales accionistas al fondo Dallpoint Investments y al grupo cordobés Arcor. En los primeros tres meses de 2021, perdió $ 828,3 millones, debido a la “imposibilidad” de trasladar los aumentos de costos -principalmente, el del la leche- por el congelamiento de precios que impuso el Gobierno, según explicó la propia compañía en su informe de resultados.
Además, sus ingresos netos, $ 19.104,85 millones, fueron 11% inferiores a los de los tres meses iniciales de 2020.
Mastellone venía de perder $ 2287,47 millones el año pasado. Su rojo de 2020 había sido de $ 68,8 millones.
Los $ 838,3 millones perdidos en el primer trimestre ($ 990,5 millones, en términos integrales) fueron, no obstante, 44% menos que los $ 1470 millones del resultado negativo obtenido un año antes. Esto fue consecuencia de estrategias que adoptó Mastellone para mitigar el impacto de su estancamiento de ingresos y, también, de un mejor resultado financiero.
Ya a inicios de mayo, cuando la láctea difundió sus números, se esperaba que el próximo movimiento de la empresa fuera el refinanciamiento de los u$s 200 millones que debe pagar en julio, correspondientes a una obligación negociable (ON) emitida en 2014.
En tal sentido, su agencia de calificación, Moody’s, le había asignado sus títulos una perspectiva estable.
“El perfil crediticio de Mastellone se encuentra respaldado por su sólida posición en el mercado, su fuerte reconocimiento de marca y su buena diversificación geográfica y de producto”, consideró.
La calificación, agregó, reflejó el liderazgo de la compañía en un sector “altamente competitivo y expuesto a controles de precios, que se traducen en márgenes de rentabilidad volátiles, así como su débil posición de liquidez, actualmente presionada por la concentración de vencimientos en el corto plazo”.
Ya entonces, Moody’s previó un “moderado riesgo” de refinanciación de la deuda a pagar en julio.
Sin embargo, la agencia no lo veía como algo totalmente negativo. “Mastellone posee una elevada flexibilidad financiera, derivada de su perfil operativo de mediano plazo, que mitiga por los riesgos de corto plazo”, indicó.
Apuntó que la ON está alcanzada por las restricciones de acceso al mercado cambiario que el Gobierno implementó el año pasado y que forzó a las empresas a refinanciar, al menos, el 60% de sus pagos de deuda en el exterior, con vencimiento antes del 31 de diciembre de 2021.
“La compañía no posee actualmente la liquidez necesaria para hacer frente al vencimiento de capital próximo, por lo que deberá refinanciar gran parte del mismo, ya sea a través de operaciones de pasivos en el mercado local o a través de una oferta de canje que considere casi la totalidad del capital pendiente de pago”, puntualizó la agencia.
Para Moody’s, luego de la refinanciación, Mastellone tendrá una estructura de capital “más conservadora”, con “un perfil de vencimientos manejable y menor riesgo de descalce de moneda”.
“Las calificaciones asignadas consideran, asimismo, el apoyo estratégico que le brindan a Mastellone sus socios comerciales Arcor, Bagley y Danone. Arcor y Bagley -propiedad de Arcor (51%) y Danone (49%)- poseen el 49% del capital social de la compañía. Las tres marcas relacionadas son de importante renombre a nivel local y/o regional, y le brindan apoyo a través de sinergias operativas y de distribución y comercialización de productos en el mercado interno y externo”, finalizó el informe de calificación.