Las fuentes gremiales precisaron a esta agencia que “el duro enfrentamiento entre Ponce y los Moyano, mantenido hasta ahora entre bambalinas, terminó de salir a la superficie luego de que Pablo confirmó que el titular de la Atilra procura expulsar de la conducción a varios dirigentes que responden de forma directa a los Moyano”, puntualizaron.
Los voceros señalaron que terminó “la etapa de la guerra fría declarada entre los sectores hace ya tiempo”, y expresaron que “la guerra total emergió”, luego de la acusación de “flexibilizador” de Pablo y del intento de expulsión de sus hombres por parte de Ponce.
“En realidad, los seguidores de Ponce y los moyanistas que integran la conducción de Atilra pelean por el control del gremio lechero. Ponce avanza para expulsarlos y Pablo no dudó en salir al cruce. Es más, comprometió el apoyo de otros actores gremiales”, dijeron.
Las partes habían sellado hace algunos meses una suerte de “tregua” en la filial metropolitana del sindicato lechero, pero esa “paz” se rompió y “la guerra entre Hugo y Pablo Moyano y ‘Etin’ Ponce, tres peso pesados, amenaza con profundizarse”.
En realidad, la disputa comenzó inmediatamente después de las últimas elecciones gremiales en la seccional porteña de la Atilra, en la que “el moyanismo compitió para destronar a los seguidores de Ponce y, luego de un breve pacto, se inició el fuego”.
De manera concreta y, siempre según esos voceros, Ponce pretende expulsar de la conducción a Gonzalo Rodríguez y Cristian Oliva -también referente principal de la Regional La Matanza de la CGT-, dos soldados fundamentales del moyanismo en la filial.
Oliva es delegado de la firma láctea La Serenísima de la localidad bonaerense de Longchamps, Almirante Brown, y fue elegido por los dirigentes camioneros como principal referente de la Juventud Sindical que se encolumnó detrás de Facundo Moyano.
Pablo Moyano ya denunció que los dirigentes que le responden en la Atilra enfrentan “una repudiable persecución político-sindical a manos de las fuerzas” que apoyan a Ponce.
Ponce se avino a ‘adecuar’ en su momento el convenio colectivo de trabajo lechero, uno de los motivos por los que Pablo Moyano lo acusó de “flexibilizador” gremial.
Oliva fue fulminante y sutil al referirse a Ponce: “Estamos con quienes defienden a los trabajadores. Por eso somos perseguidos, porque jamás negociamos a la baja una conquista ni entregamos derechos . No nos quebramos o vendemos”, concluyó.