Las tendencias y los desafíos emergentes que tiene el sector y la producción de alimentos fueron analizados por especialistas en un nuevo ciclo de Voces que suman.

Por el protagonismo relevante que tiene para la economía, repensar el agro es para el país un desafío constante. Innovación, tecnología y transformación digital son conceptos estratégicos en el lenguaje diario de los productores y de las empresas agropecuarias; y a medida que pasa el tiempo se acelera la dinámica de incorporarlos a la acción cotidiana.

Los países productores de alimentos, como es el caso de Argentina, están enfrentados al objetivo de obtener alimentos de calidad, agregar valor en origen e ingresar a mercados cada vez más exigentes. Para ello deben hacerlo con sustentabilidad ambiental, bienestar animal y garantizando su inocuidad para quienes lo producen y también los consumen.

Como parte de ese ecosistema, la ciencia y la tecnología también son parte de las respuestas a los problemas actuales.

En un nuevo ciclo de Voces que suman, la nueva agenda que tiene por delante el agro fue analizada por especialistas, quienes reconocieron que además del desafío de dar respuesta a la sociedad, el sector tiene por delante una oportunidad de consolidar con eficiencia su rol estratégico: como productor de alimentos y generador de divisas. La capacitación, la colaboración, la formación de equipos y las alianzas fueron aspectos vinculados al desempeño futuro del sector.

Del panel participaron Vanesa Vázquez, gerente de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad en Cervecería y Maltería Quilmes; Daniel Lema, director de la maestría en Agronegocios de Ucema; Santiago Abrate, oficial de Negocios Corporativos Seguros Agropecuarios de Sancor Seguros y Mario Aguilar Benítez, director de Las Chilcas. La moderación fue del periodista Alejandro Rollán.

El ciclo, que es coordinado por Daniel Alonso, cuenta con la producción ejecutiva de Sebastián Gilli y la colaboración de Marcela Rosatti”

La agenda del agro, en los últimos 30 años

En una previa a lo que será la nueva agenda del agro, Lema planteó que, para países productores de alimentos como Argentina, será crucial no perder de vista que la demanda potencial es infinita. ” Cambiará la composición; el eje es qué tenemos que producir”, anticipó.

A modo de antecedentes, el economista repasó el enorme aumento en la productividad alcanzado y el gran salto tecnológico, que permitió producir cada vez más con los mismos recursos, en los últimos 30 años.

“En los años 1990, la producción de alimentos superó los requerimientos para la cantidad de habitantes del planeta; la contribución de la agricultura fue gigantesca en términos de bienestar. Los cambios tecnológicos y avances se dieron por la combinación de aspectos vinculados con la informática, procesamiento de datos e información satelital, los desarrollos en biología que permitieron ganancias en términos genéticos ya sea con la transgénesis como con la edición genética”, añadió.

Destacó, además, que la agricultura sigue avanzando “por el conocimiento”, al igual que la producción de insumos que usa el campo. La “combinación de conocimiento, tecnología e innovación” es “fundamental”, a lo que en este último tramo temporal se suma la Inteligencia Artificial.

Para Lema, a ese esquema se le suma el shock de la demanda: “En los últimos 30 años los consumidores de altos ingresos marcan una agenda en sus requerimientos. Esto implica, por supuesto, mayores costos y producir de manera amigable con el medio ambiente, pero la demanda está dispuesta a pagar más. Es clave de qué manera podemos proveer a estas exigencias”, reconoció.

REPENSAR EL AGRO. Marío Aguilar Benítez del establecimiento Las Chilcas; y Santiago Abrate, de Sancor Seguros, en el estudio de La Voz, junto con Vanesa Vázquez, de Maltería Quilmes y Daniel Lema, de Ucema, de manera remota, participaron de un nuevo capítulo de Voces que suman. Moderó Alejandro Rollán, periodista de "La Voz". (Nicolás Bravo / La Voz) (Nicolás Bravo / La Voz)
REPENSAR EL AGRO. Marío Aguilar Benítez del establecimiento Las Chilcas; y Santiago Abrate, de Sancor Seguros, en el estudio de La Voz, junto con Vanesa Vázquez, de Maltería Quilmes y Daniel Lema, de Ucema, de manera remota, participaron de un nuevo capítulo de Voces que suman. Moderó Alejandro Rollán, periodista de “La Voz”. (Nicolás Bravo / La Voz) (Nicolás Bravo / La Voz)

El docente de Ucema advirtió que son cada vez más las exigencias de la agenda internacional que afectan al sector de manera directa o indirecta y que, incluso, pueden terminar convirtiéndose en regulaciones y barreras para ingresar a determinados mercados.

Modelos con agricultura regenerativa

Cervecería y Maltería Quilmes tiene 132 años en el mercado; es una cadena de valor que va desde el campo a la góndola e involucra a 180.000 personas. Para producir su materia prima trabaja con 1.200 productores agropecuarios.

“Una de cada cuatro cervezas que fabricamos en el mundo está producida con cebada de Buenos Aires; la calidad de esta cebada es muy buena y eso nos permite exportar el 95% de la cebada malteada”, dimensionó Vázquez.

La ejecutiva enfatizó que el trabajo con los productores es un “pilar fundamental” para la estrategia de “triple impacto” que lleva adelante la empresa. Con el objetivo de lograr la carbono-neutralidad, 300 profesionales brindan a los productores herramientas, capacitaciones y avanzan en el “fortalecimiento de las buenas prácticas agronómicas”.

Detalló que todos los productores aplican un protocolo de manejo y que, además, con 24 están instrumentando procesos de agricultura regenerativa.

“En nuestra estrategia de triple impacto es fundamental la colaboración y la articulación, como lo es con los productores agropecuarios que son nuestros socios, así como con emprendedores que aportan nuevas tecnologías. La academia, el tercer sector, los privados y el Estado deben articularse para alcanzar nuestros objetivos”, añadió Vázquez, quien también remarcó el rol que cumple el consumidor, cada vez más exigente.

La compañía ya lanzó ya al mercado productos sobre la base de la agricultura regenerativa y a partir de energía renovable, y también lo que es el primer alimento a base de cebada confeccionado con prácticas de agricultura regenerativa y con un fin social: por cada paquete que se vende, uno se envía a comedores comunitarios.

“Tenemos que trabajar con esta agenda en conjunto, que no solo es de cambio climático, sino de oportunidad, de innovación”, definió la ejecutiva.

Economía circular, al servicio del ambiente y la producción

Las Chilcas, una empresa agropecuaria familiar entre Rayo Cortado y Villa de María de Río Seco en el norte de Córdoba, es un caso claro de economía circular y de la nueva agenda que se viene para la producción agropecuaria. Su director, Mario Aguilar Benítez contó que un pilar para el desarrollo del establecimiento fue “pensar siempre en el círculo completo”.

Esta figura comienza, desde el arranque, como productores de granos, para después darle un valor agregado a la ganadería, tanto bovina como porcina

“Fuimos evolucionando y diversificando nuestro negocio con ganadería porcina, una destilería de alcohol; usamos la burlanda y la vinaza para producir biogás en un digestor que usa deshechos de los cerdos y hasta residuos recolectados en el pueblo”, describió el productor.

A ese biogás, el establecimiento lo usa principalmente para hacer funcionar una caldera, cuyo vapor ingresa al proceso de cocción en la destilería de maíz. El subproducto de ese proceso es un biofertilizante, que vuelve al suelo. Es un ciclo virtuoso.

“No lo imaginamos el primer día, pero sí teníamos la vocación de ser eficientes y seguimos trabajando en eso”, reconoció Aguilar Benítez.

El empresarios agropecuario puso énfasis en cómo la empresa abrazó los principios de una producción más sustentables, mayor generación de empleo de calidad en la zona, creación de proveedores de distintos servicios.

“Ambiente, economía y empleo, tres pilares principales para un mayor arraigo. Queremos quedarnos en ese ecosistema”, destacó, al tiempo que identificó a la formación de equipos y al trabajo colaborativo como indispensables para avanzar.

Servicios que le agregarán valor al sector

La industria de los seguros no es ajena a las exigencias del mercado, tanto de los productores como de los consumidores finales. Para Abrate, oficial de Negocios Corporativos de Sancor Seguros, la recopilación de datos que hace el sector tiene un rol importante en la agenda actual y futura.

“Los datos no solo se generan en los siniestros, esa es la tangibilización de los servicios que vendemos. Queremos transformar esos datos en dar un buen servicio hacia afuera y emplearlos puertas adentro para mejorar los productos que brindamos”, anticipó.

Adelantó que la empresa asegurado está dando este año los “primeros pasos” para reducir la huella del carbono.

“Es el inicio de un proceso de innovación que se suma a otras que hacemos. Tenemos que tener el foco en la sustentabilidad; tenemos una alianza con Bayer para poder consolidar esta vía. Medimos la huella de carbono al momento de la tasación del siniestro. Estamos haciendo este camino para estar bien parados cuando esté más evolucionado la implementación de los bonos verdes”, destacó.

Respecto de las exigencias del mercado, admitió que los seguros multirriesgo están en el centro de la escena. Aunque están “bien vistos” por la industria, dijo que es “engorroso hacer alianzas entre lo publico y lo privado” para su implementación a nivel masivo.

La empresa hizo algunas experiencias con este instrumento en Mendoza, para la producción de fruta, y lleva adelante una con el gobierno de Chaco y con otro pool de compañías para girasol. Se trata de un subsidio del Estado, detalló.

“En la carpeta de las compañías está el producto, falta sentarnos a conversar”, observó.

El agro, en primera persona

Vanesa Vázquez, gerente de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad en Cervecería y Maltería Quilmes

Vanesa Vazquez, de Cervecería Quilmes, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)
Vanesa Vazquez, de Cervecería Quilmes, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)

“Como compañía tenemos 132 años, una cadena de valor que va desde el campo a la góndola y que involucra a 180.000 personas. La cerveza, nuestra bodega, la elaboración de bebidas gaseosas, toda esa producción nace en el campo con 1200 productores agropecuarios”.

“Una de cada cuatro cervezas que fabricamos en el mundo está producida con cebada de Buenos Aires; la calidad del cultivo es muy buena y eso nos permite exportar el 95% de la cebada malteada. El trabajo con los productores es un pilar fundamental en nuestra estrategia de triple impacto, en carbono neutralidad, en bajar el impacto ambiental, brindarle las herramientas anexas, capacitaciones y fortalecimiento de las buenas prácticas agronómicas. Todos los productores de nuestra cadena de valor aplican un protocolo de manejo; con 24 trabajamos en agricultura regenerativa, en capacitaciones y acompañamiento. En este segundo año empezamos con las mediciones; son 300 profesionales los que están involucrados.

“En nuestra estrategia de triple impacto es fundamental la colaboración y la articulación, como lo es con los productores agropecuarios que son nuestros socios, así como con emprendedores que aportan nuevas tecnologías. La academia, el tercer sector, los privados y el Estado deben articularse para alcanzar nuestros objetivos.

“Hemos lanzado al mercado productos sobre la base de la agricultura regenerativa y a partir de energía renovable, así como también nuestro primer alimento a base de cebada elaborado con agricultura regenerativa. Además, por cada paquete que se vende, se hace llegar uno a comedores comunitarios. Tenemos que trabajar con esta agenda en conjunto, que no solo es de cambio climático, sino también de oportunidades y de innovación”.

Daniel Lema, director de la maestría en Agronegocios de Ucema

Daniel Lema, director de Agronegocios de Ucema, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)
Daniel Lema, director de Agronegocios de Ucema, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)

“La agricultura a lo largo del siglo 20, hasta la primera mitad, tuvo un aumento enorme de la productividad, un gran salto tecnológico que permitió producir cada vez más con los mismos recursos”.

“En los años 1990, la producción de alimentos superó los requerimientos para la cantidad de habitantes del planeta, la contribución de la agricultura fue gigantesca en términos de bienestar. Los cambios tecnológicos y avances se dieron por la combinación de aspectos vinculados con la informática, procesamiento de datos e información satelital, los avances en biología que permitieron ganancias en términos genéticos, ya sea con la transgénesis como con la edición genética”.

“La agricultura sigue avanzando por el conocimiento, al igual que la producción de insumos que usa el campo. A eso se le suma el shock de la demanda; en los últimos 30 años los consumidores de altos ingresos marcan una agenda en sus requerimientos. Esto implica, por supuesto, mayores costos; producir de manera amigable con el medio ambiente, pero la demanda está dispuesta a pagar más. Es clave de qué manera podemos proveer a estas exigencias”.

“Hay una demanda potencial que las empresas están tratando de identificar y satisfacer, que es la de sostenibilidad ambiental. La pregunta central es qué tecnología hay para que sea factible. La clave es proveer a un costo tal que pueda ser afrontado. Ese es un desafío crucial. Estas demandas potenciales vienen de los países de altos ingresos; hay que estar atentos en que no se conviertan en regulaciones que traben ingresos a los mercados. También los Estados deben estar atentos a estas cuestiones”.

Mario Aguilar Benitez, director de Las Chilcas

Mario Aguilar Benitez, director de Las Chiclas, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)
Mario Aguilar Benitez, director de Las Chiclas, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)

“La evolución que tuvimos como empresa fue por pensar siempre en un círculo completo; desde el arranque en el que somos productores de granos para después darle un valor agregado con la ganadería”.

“Fuimos evolucionando y diversificando nuestro negocio con ganadería porcina, una destilería de alcohol; usamos la burlanda y la vinaza para producir biogás en un digestor que usa deshechos de los cerdos y hasta residuos recolectados en el pueblo”.

“A ese biogás lo usamos principalmente en la caldera para el vapor que necesitamos en el proceso de cocción de la destilería de maíz. El subproducto es biofertilizante, que vuelve al suelo. Es un ciclo virtuoso. No lo imaginamos el primer día, pero sí teníamos la vocación de ser eficientes; seguimos trabajando en eso. Somos más sustentables, generamos más empleo de calidad y en la zona se crean proveedores de distintos servicios, hay más arraigo rural. Ambiente, economía y empleo, tres pilares principales. Queremos quedarnos en ese ecosistema”

“El bienestar animal está en la agenda de la empresa, de las instituciones donde participamos y de la opinión pública. Hay que ir aggiornandose a eso; hay procesos y tecnologías que nos ayudan. Estamos focalizados en eso, pero también en demostrar que para producir de manera eficiente el animal debe gozar de bienestar. Es decir, no son dos conceptos que se contrapongan; mientras más eficientes se es, más se bajan los costos. Cada vez evolucionan más las propuestas de bienestar animal y las vamos adoptando, aun cuando en el país hay problemas con las importaciones”.

Santiago Abrate, oficial de Negocios Corporativos Seguros Agropecuarios, Sancor Seguros

Santiago Abrate, de Sancor Seguros, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)
Santiago Abrate, de Sancor Seguros, en el programa Voces que Suman. (Nicolás Bravo / La Voz)

“En el sector de los seguros, los datos no solo se generan en los siniestros, esa es la tangibilización de los servicios que vendemos. A los datos los generamos en la suscripción del negocio. Queremos transformar esos datos en dar un buen servicio hacia afuera y emplearlos puertas adentro para mejorar los productos que brindamos.

“Como empresa, en Sancor este año estamos dando los primeros pasos para reducir la huella del carbono; es el inicio de un proceso de innovación que se suma a otras que hacemos. Tenemos que tener el foco en la sustentabilidad; tenemos una alianza con Bayer para consolidar esta vía. Empezamos, ahora, midiendo huella de carbono al momento de la tasación del siniestro. Estamos haciendo este camino para estar bien parados cuando esté más evolucionado la implementación de los bonos verdes”.

“Respecto de productos, los seguros multirriesgo están bien vistos por la industria pero es cierto que es engorroso hacer alianzas público-privadas. Hicimos algunas experiencias; una en Mendoza para fruta y tenemos otra con el gobierno de Chaco y otro pool de compañías para girasol; es un subsidio del Estado. En la carpeta de las compañías está el producto; falta sentarnos a conversar”.

Es clave el compromiso; si la cadena agro productiva tiene compromiso para hacer bien las cosas y avanzar, se podrán lograr los objetivos”.

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