Se acerca la temporada del año de mayor temperatura ambiente con la inminente llegada de la primavera y luego el verano, y se pone de manifiesto la importancia del bienestar animal relacionado con estas condiciones climáticas específicas.
Por esta razón el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) confeccionó un informe para destacar las medidas preventivas a considerar para evitar el estrés calórico de las vacas a causa de las altas temperaturas que repercuten en la rentabilidad, al mermar la cantidad de leche producida.
Los Ing. Agr. Alicia Otero y Federico Demateis destacaron, en el mencionado documento, que: “Durante los meses de verano las vacas deben soportar una cantidad variable de horas del día con ITH (Índice de temperatura – humedad) elevados, que provocan estrés leve (ITH>68) hasta severo (ITH>78), con consecuencias sobre el bienestar de los animales. En respuesta a condiciones ambientales que exceden el rango de confort, los animales reducen el consumo de materia seca, el tiempo de descanso y rumia y la producción de leche entre otros efectos”.
Las sombras pueden ser naturales, a través de árboles, o artificiales, fijas o removibles. Pero además es importante la ventilación y el suministro de agua en cantidad y calidad, indican los especialistas. Asimismo, la cuestión va más allá de evitar el contacto del animal con el sol, frente a las altas temperaturas de la estación del año, sino además evitar el sobrecalentamiento de la superficie del corral donde se encuentran. Por ejemplo, el informe desataca que “en pisos de cemento de corrales sin sombra se han medido hasta 52ºC, temperatura muy superior a los 27ºC registrados bajo sombra”, afectando el confort de los animales.
El documento desarrollado por Otero y Demateis especifica que “los resultados de un ensayo realizado en INTA La Estanzuela, donde se evaluó el efecto del acceso a sombra artificial entre las 9 y las 17 hs. en vacas en inicio de lactancia, arrojaron un 21,9 % más de leche, un 24,7 % más de grasa y un 18,2 % más de proteína”.
Como consecuencia, “considerando para el norte de la provincia de Buenos Aires en torno a los 40 días con ITH > a 72 (moderado) durante el verano y asignando una caída de 2 l leche/vaca con un precio de 0,33 USD/l leche, se puede concluir que por cada vaca se pierden 26 USD/ año por reducción de la producción cuando no disponen de sombra”, determina el documento.
Además de estos factores como sombra, ventilación y disponibilidad suficiente de agua, es importante organizar adecuadamente los horarios de caminatas de los animales evitando las horas de mayor temperatura y así como también llevar adelante “dietas frías” para los meses de verano.