La ganadería es uno de los sectores más afectados por el parón económico. Para ciertos productos, el repunte del consumo en supermercados que vivimos en las últimas semanas —que ya ha vuelto a la normalidad porque las familias hicieron acopio— no compensa el cierre de hoteles, restaurantes y pequeñas tiendas de alimentación. Las explotaciones de vacuno (ternera, vaca, buey) y ovino (cordero) han visto cómo de un día para otro se desploman sus ventas. La solución de sus dueños pasa por sacrificar a menos animales o por, directamente, soltarlos al campo.
Las asociaciones ganaderas alertan de que la industria está aprovechándose de esta mala situación. “Tenemos dificultades para vender carne de cordero y caídas muy importantes de precios”, asegura Román Santalla, secretario general de ganadería de UPA. “Pero la leche es un producto muy perecedero. Hay que venderla en 48 horas. Los industriales amenazan con no comprarla. Los ganaderos tienen que ordeñar sus cabras todos los días: no puede ser que lo hagan y tengan que tirarla por la alcantarilla”.
Ganaderos e industria reconocen que la leche caprina es especialmente sensible al comportamiento de la hostelería, que gasta más queso de cabra que los hogares. “Hay una demanda tremenda. ¿Qué restaurante no sirve una ensalada con rulo de queso de cabra?”, continúa Santalla. “Hay dos Españas en el sector lácteo. Una que hizo acopio de productos básicos, como leche, yogures y quesos en loncha la semana pasada. Y otra de quesos de mayor valor añadido, más gourmet, que ha desaparecido”, añade Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas. “Las pequeñas queserías que venden en mercadillos han cerrado. Las medianas han hecho ERTEs porque no tienen negocio. ¿Y qué haces si te quedas sin negocio? Empieza a sobrar leche en el campo”.
Son los propios industriales los que recomiendan a los ganaderos hacer “reducciones voluntarias” de producción, al tiempo que intentan que Europa plantee alguna solución. Como en la carne de vacuno —que se compra y congela— esta pasa por almacenar. “Es un sistema de la Comisión para momentos de crisis. Da ayudas al almacenamiento privado de leche en polvo, desnatada, quesos…”, dice Calabozo. “Aunque ahora hay muchas más necesidades que la nuestra y no sé si nos atenderán”.
La patronal de industrias lácteas indica que a la caída de ventas en España se suma la de las queserías de Francia, que también han dejado de comprar leche española para transformarla. Y que a medio plazo la mayor amenaza será gestionar los excedentes de países europeos como Holanda y Alemania. “Cuando en Europa sobra leche, a España nos llega en forma de queso muy barato hecho con leche en polvo”, añade. “Encima de que tenemos dificultades con la oveja y la cabra, empezará a haber ofertas de 2 y 3 euros el kilo de grandes bloques de queso. España es un mercado drenaje”.
En un comunicado enviado este martes, UPA dice haber detectado ya la entrada en España de leche y derivados por debajo de coste procedentes de Francia, Alemania y Portugal. “Esta leche estaría destinándose a abastecer el incremento de demanda” en supermercados, dicen. Los países con excedente aprovechan para enviar excedentes con precios “sobre los 0,14 euros/litro, lo que puede provocar una caída en cascada de las cotizaciones de leche en origen” en nuestro país.
“Los intermediarios son carroñeros”
Las asociaciones de agricultores y ganaderos y la OCU vigilan de cerca los precios, tanto para detectar posibles bajadas en origen como subidas en los supermercados. La Organización de Consumidores no ha visto “de momento” aumentos en la cesta de productos básicos, ni en productos de higiene, legumbres, leche o frescos. En los informes semanales del Ministerio de Agricultura, las frutas y verduras cotizan con normalidad.
Pero los ganaderos consultados temen que a las dificultades del ovino se sumen pronto las del vacuno. El cierre de las cadenas de comida rápida impacta directamente en sus ventas, reducir la producción es más complejo y aunque la leche de vaca se vende al consumidor no es totalmente ajena a la crisis. “En cabra es más fácil porque las sacas al campo”, dice Santalla. “Las vacas, no”
“En leche de vaca la tendencia es crónica”, añade Alfredo Berrocal, presidente de la Unión de Ganaderos de Madrid. “La industria Láctea del Jarama, que tiene la leche más barata de España, quería bajarla aún más ahora en abril, cuando se renuevan los contratos. Los ganaderos me llaman y dicen: ‘¡pero si hay más consumo de leche de vaca!’. Los intermediarios, como siempre, se aprovechan. Son auténticos carroñeros en estas situaciones. Cuanto más perecedero, más sensible es el producto a la especulación”.
En UPA recuerdan que la ley de la Cadena Alimentaria ha sido recientemente modificada y que obliga a pagar al primer comprador a pagar por encima de coste al productor. “Lanzamos un aviso a la Agencia de Información y Control Alimentarios para que mire si se cumplen los contratos”, concluye Santalla. “No puede ser que si la leche está barata, los intermediarios tengan que ganar. Y que si hay crisis tengan que ganar también. No puede ser que a río revuelto, ganancia de pescadores”.