El chocolate con leche cumple 150 años desde su creación y continúa siendo uno de los productos más emblemáticos de la industria alimentaria global. Su origen se remonta a 1875, cuando el suizo Daniel Peter logró estabilizar una mezcla de cacao con leche gracias al desarrollo de la leche en polvo, dando nacimiento a un producto que cambiaría para siempre el consumo de chocolate.
Hasta ese momento, el chocolate era mayoritariamente amargo y de consumo limitado. La incorporación de la leche permitió una textura más suave, un sabor más dulce y una mayor accesibilidad al público masivo. A partir de allí, su expansión fue imparable en Europa y luego en todo el mundo.
Hoy, el chocolate con leche representa una parte central del mercado chocolatero, con fuerte presencia en golosinas, confitería, repostería y productos industriales. Además, la vinculación con la cadena láctea es estratégica: la calidad de la leche, la manteca de cacao y los procesos de conchado son determinantes para el resultado final.
A lo largo de estos 150 años, el producto también evolucionó hacia versiones premium, orgánicas, con alto contenido de cacao o con certificaciones de sustentabilidad, en línea con las nuevas demandas de los consumidores.
El aniversario no solo celebra un ícono del consumo mundial, sino también el papel clave que ocupa la leche como ingrediente esencial en uno de los alimentos más populares de la historia.






