El clima preocupa más que la política | “Muy poco de todo lo que para esta época del año debería estar hecho se hizo. Todo planificado, comprado, cubriéndose del bendito país, y nada está hecho por qué el tiempo quiso que lleguemos a esta altura con 480 mm; y 28 mm en los últimos 45 días, mientras tanto máximas de 40…” tuiteó, en este tórrido miércoles 7 de diciembre, el Ingeniero Agrónomo y productor lechero Julián Imhoff desde Gessler, departamento San Jerónimo.
El elocuente mensaje está alineado con el último AgBarometer de la Universidad Austral, una encuesta entre empresarios del sector que acaba de arrojar como resultado que el clima es percibido como el factor principal en un 68% de los encuestados que espera estar peor el próximo año.
En la publicación del santafesino también subyace otro dato que ofreció el sondeo, en donde por primera vez el clima está al tope del ránking como el mayor desafío para los productores, por encima de la incertidumbre política y la inestabilidad macroeconómica (“el bendito país”, un riesgo del que buscó cubrirse con gestión financiera).
Los datos de lluvia que recabó la Agencia de Extensión Rural del INTA en Gálvez, a 23 kilómetros de Gessler, indican que durante 2022 llovió en promedio casi un 30% menos de lo normal en la zona de influencia. Mientras la media histórica en 8 localidades citadas, entre enero y noviembre, es de un acumulado de 895 milímetros, este año cayeron 638. O sea 257 menos. Aunque en algunos puntos de monitoreo el déficit es mayor. Por ejemplo, en López cayeron solo 564mm, 324 menos que la media.
El informe de noviembre de AbBarometer concluye que existe una “drástica caída en la confianza de los productores agropecuarios” y que “la misma se encuentra en los menores niveles desde hace cuatro años”.
Las adversidades climáticas encabezan las preocupaciones de los productores para los próximos 12 meses, con un 58%. Esta cifra supera en magnitud de importancia a la incertidumbre política (39%) y la inestabilidad económica (27%), que son una constante para los hombres del campo del país.
“De no producirse precipitaciones en los momentos críticos, podrían conducir a pérdidas importantes en la producción de maíz que oscilarían entre los 6 y 10 millones de toneladas, es decir, el equivalente a unos 3.000 millones de dólares menos de exportaciones”, consideraron.
El trabajo de la Universidad Austral también marcó el “deterioro notable” de las expectativas de rentabilidad en todos los eslabones de las distintas actividades ganaderas.
Por su parte, la actividad ganadera en donde más pesimismo exhibieron los productores fue el encierre a corral. Un 27% consideró que la situación será muy mala y un 53% vaticinó que será mala. En el caso de engorde a pasto, un 8% muy mala y un 43%, mala. En la vereda opuesta, un 26% consideró que el escenario para la cría en 2023 será bueno, el mayor porcentaje de optimismo entre los ganaderos relevados.
Entre las variables que afectan la demanda en forma negativa, el informe de la Universidad Austral mencionó la permanencia de las prohibiciones a exportar determinados cortes, la caída de precios internacionales por recesión en Europa y la salida de China del mercado en los últimos meses.