Frescos, lácteos y congelados fueron los productos que soportaron la peor contracción, al alcanzar un 17,7%. Le siguieron las bebidas, con el 11,9%, los productos de limpieza, con el 11,5%, cosmética e higiene cuyas ventas se redujeron un 8,8%, y almacén, con una baja de 6,9%. Hay que recordar que en este último ítem quedan incluidos artículos como fideos, arroz y conservas.
El retroceso que viene registrando el consumo masivo no logra recuperarse más allá de las distintas medidas puestas en marcha por el Gobierno. A tal punto viene produciéndose esta situación que, para finales de este año, la proyección de caída se ubica en torno al 3 por ciento.
La baja, sin embargo, no es nueva. Acumula, con el estimado para el cierre de 2019, su quinto año consecutivo en contracción, luego de haber experimentado los niveles de consumo más altos de la historia, y de la región.
La perspectiva de que estos indicadores se reviertan volvieron a dificultarse en esta semana a raíz de la fuerte devaluación post PASO del lunes y que, por ahora, no parece encontrar su terreno de estabilidad.