El precio del queso ha caído un 13% en los EE.UU. en lo que llevamos de año por el cierre de la hostelería: de los 1,66 dólares la libra hasta los 1,40.

Entre todas las víctimas que ha dejado la pandemia de coronavirus se encuentra el queso. Los precios de este alimento y otros productos lácteos están cayendo debido al cierre de bares y restaurantes en la segunda ola. Ya en la primera la demanda cayó con los colegios también cerrados y con los proveedores sin apenas trabajo. Pero la situación ahora se complica, especialmente en los Estados Unidos, donde las últimas restricciones profundizan más en este problema.
“El segundo bloqueo tendrá un impacto realmente malo en el precio de los productos lácteos porque la demanda de servicios de alimentos se ha matado al menos en parte”, ha explicado Paul Barre, jefe de lácteos de Marex Solutions en Londres, en una entrevista con Bloomberg. “En las próximas semanas el mercado comenzará a desmoronarse porque simplemente no hay ganas de comprar por parte de los usuarios finales en este momento”, ha advertido.
En las próximas semanas el mercado comenzará a desmoronarse porque simplemente no hay ganas de comprar.
Según datos de la Bolsa Mercantil de Chicago, el precio del queso, el plato que adorna las fiestas navideñas por excelencia, ha disminuido un 13% este año, unos 1,66 dólares -1,40 euros- la libra. Las cifras empeoran en el queso de barril, usado tradicionalmente para elaborar quesos procesados, que ha bajado hasta un 18% en lo que llevamos de 2020.
“El queso de barril podría bajar a tan solo 1,41 dólares la libra”, ha advertido HighGround Dairy, una firma de investigación y corretaje con sede en Chicago asociada con Marex. “Se espera que los futuros de bloques de queso, que están por encima de los 2 dólares la libra, caigan hasta los 1,49 en ese período”, ha explicado la compañía.
Los productores de lácteos encuentran una salida en los locales de comida para llevar.
Los únicos establecimientos que han conseguido mitigar el impacto del coronavirus son los locales de comida rápida y los restaurantes de comida para llevar. De esta forma, los proveedores de queso y productores de lácteos encuentran en ellos una salida a esta crisis.
La demanda ha sido mejor de lo previsto en el queso de estilo americano y en la mozzarella, dos quesos tradicioneales que se usan en hamburguesas, sándwiches y pizzas
“La demanda ha sido mejor de lo previsto en el queso de estilo americano y en la mozzarella, dos quesos tradicioneales que se usan en hamburguesas, sándwiches y pizzas”, ha explicado Mary Ledman, estratega global de productos lácteos de RaboBank en Chicago. “Si los locales de comida para llevar permanecen abiertos, la demanda de queso reducirá el impacto de la Covid-19”, ha concluido.
Y es que la hostelería se va a ver abocada de nuevo a bajar la persiana en los Estados Unidos. California impuso un toque de queda en gran parte de la región, cerrando todos los restaurantes a excepción de los pedidos para llevar , y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha afirmado que es “sólo cuestión de tiempo” hasta que su estado detenga las comidas bajo techo.

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