Con una experiencia que abarca desde pequeñas granjas con 20 vacas hasta operaciones a gran escala con 22.000 vacas, los conocimientos de Andy Johnson, conocido como «el doctor de las ubres», han llegado a lecherías de 30 países y 47 estados.
En el mundo de la producción lechera, maximizar la calidad de la leche y la comodidad de las vacas es primordial. Este profesional ha estado a la vanguardia de esta misión. Con una experiencia que abarca desde pequeñas granjas con 20 vacas hasta operaciones a gran escala con 22.000 vacas, los conocimientos del Dr. Johnson han llegado a lecherías de 30 países y 47 estados.
A lo largo de su carrera, ha defendido el “Premio 100”, un galardón otorgado a las lecherías que mantienen un promedio de 100 libras de producción de leche con un recuento de células somáticas de 100.000. Sorprendentemente, en los últimos 15 años, más de 40 lecherías han obtenido esta distinción, y el 75 % la ha logrado en tan solo los últimos cinco años. Según el Dr. Johnson, el recuento de células de una granja es un reflejo de sus prácticas de gestión, que abarcan factores como el alojamiento, las rutinas de ordeño y el mantenimiento del equipo.
Priorizar la comodidad y la higiene de las vacas
Un punto clave enfatizado por el doctor Johnson es el papel fundamental de la limpieza ambiental en la prevención de infecciones.
“Las vacas que viven en un ambiente sucio tienen un mayor riesgo de contraer nuevas infecciones. Mantenga a las vacas limpias, secas y cómodas las 24 horas del día”, aconseja. Este fue el mensaje central que se compartió con más de 300 asistentes a la Reunión Anual del Consejo Nacional de Mastitis de 2025 en Charlotte, Carolina del Norte.
“No hay que formarse sólo una vez”, insiste. “La formación continua es imprescindible”. Esta formación continua es vital para mantener altos estándares de calidad de la leche.
Optimización de la rutina de ordeño
Centrándose en el procedimiento de ordeño, el Dr. Johnson describe una rutina ideal:
1. Limpieza en seco y preparación: comience limpiando y preparando la ubre.
2. Quitar y secar: Quitar los pezones para promover la salida de la leche y verificar si hay anormalidades, luego secar completamente.
3. Fije y alinee: Fije correctamente la unidad de ordeño y alinéela para garantizar la eficiencia.
Para lograr el ordeño más rápido con los mayores índices de flujo y una calidad óptima de la leche, es necesario cumplir con estos pasos. Un secado adecuado mejora la velocidad de ordeño y reduce la mastitis clínica, mientras que el desgranado completo ayuda a garantizar la mejor bajada de la leche y la detección temprana de leche anormal.
“Todos se beneficiarán con el despojo. Solo hace falta un cambio de actitud”, señala el Dr. Johnson, señalando que los rebaños más exitosos implementan esta práctica con diligencia.
Además, recomienda que el tiempo de retraso óptimo entre el desmontaje y la instalación de la unidad sea de al menos 90 segundos. Además, es fundamental mantener limpias las patas de las vacas, incluso si hay una pequeña cantidad de estiércol en la base de las patas.
“Esas pequeñas cosas realmente importan”, señala, enfatizando que la atención al detalle se ve recompensada con una mejor calidad de la leche.
La importancia de una gestión adecuada del equipo
Otro factor crítico en la eficiencia del ordeño es la gestión correcta del equipo, particularmente de la velocidad de vacío.
“El vacío bajo es el problema número uno en las lecherías”, afirma el Dr. Johnson. Garantizar la compatibilidad entre la velocidad del vacío y los inflados es crucial para lograr rendimientos rápidos y de alta calidad. “Tengo lecherías que obtienen más de 100 libras en menos de tres minutos y medio”, afirma con orgullo.
La adopción de estas técnicas puede conducir a mejoras sustanciales tanto en la productividad como en la calidad.
