En la mañana de hoy se realiza una nueva reunión en el marco del Ministerio de trabajo, pero las expectativas son bajas para que se alcance un acuerdo entre las partes.

Hace tiempo que no se observaba una posición tan sólida entre las empresas lácteas. Si bien hubo algunas lácteas que aceptaron firmar la carta compromiso (menos del 15% de la producción diaria a nivel nacional) que Atilra envió el sábado para que pudiesen evitar el paro, el bloque empresarial está firme en su convicción de que esta negociación ya superó la cuestión salarial.
“Aceptamos todas las condiciones que el gremio pidió en cuanto a salarios, incluso por encima de nuestras posibilidades, pero de ninguna manera estamos dispuestos a pagar un extra solo para el gremio en las condiciones y por el monto que piden” nos decía el fin de semana un dirigente lácteo.
Esta posición es la mayoritaria, incluso más fuerte de lo que el gremio especulaba cuando planteó en la mesa de negociaciones que tanto el CIL como Apymel no representaban a sus socios. Creían que el bloque de empresas que el mes pasado aceptó adelantar un plus al salario a cuenta de las negociaciones que se están celebrando, pero eso no sucedió, fueron pocas las empresas que respondieron que sí a la carta del sábado.
Hoy son los industriales los que también están especulando con que la representación sindical no es tan fuerte como parecía. Eso leen algunos luego del paro. Fue heterogéneo, la mayoría de las empresas trabajaron normalmente o con las guardias mínimas funcionando. Fueron pocas las que estuvieron paradas al 100%, claro, decir que el paro no fue tan fuerte aplica a las generales, pero en esos casos particulares la situación fue muy complicada, y que el quite de colaboración continúe hasta el domingo puede causar un daño mayor al observado hasta ahora. Por nuestras redes, y comentarios en el sitio, podemos afirmar que solo el 11% de la producción nacional se vio afectada por este paro de Atilra.
Pero por ahora son especulaciones, nadie sabe si habrá sido una estrategia gremial para endurecer más en donde creen que pueden lograr torcer el brazo de la industria, o si se trató de delegados que miraron para otro lado y trabajadores que no estaban de acuerdo con la medida.
Pero más allá de las especulaciones, lo concreto es que a la mesa de negociaciones de hoy van a llegar las mismas personas que a las seis anteriores, y los mismos pedidos y las mismas concesiones, por lo que la decisión estaría en manos del gobierno.
Hasta el momento no ha habido ninguna pronunciación al respecto, ni del Ministerio de Trabajo, ni de producción, ni Agroindustria ni ninguna otra voz oficial. Todos se preguntan ¿hasta cuando el gobierno se va a mantener fuera del conflicto?

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