Las compañías del sector temen que la medida salga a través de una norma y no “de palabra”, como se habló la semana pasada. Dudas y temor entre los ejecutivos por la posible aplicación de la ley de abastecimiento.

Empresarios y Gobierno mantienen la tensión hasta el filo de la negociación por el congelamiento de precios -voluntario o impuesto- que anunció la Secretaría de Comercio Interior la semana pasada.

El Poder Ejecutivo esperará hasta la tarde de este lunes que los empresarios presenten, si la alcanzaran, una postura común sobre cómo implementar la medida, aunque las compañías del sector esperan alguna precisión más, principalmente si habrá una normativa que determine ese congelamiento o solo será “de palabra”.

La recepción del anuncio que hizo el flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, a quien secunda la exministra de Producción, Débora Giorgi (ambos fueron funcionarios en la segunda presidencia de Cristina Kirchner y entre 2015 y 2019 tuvieron un paso común por el municipio de La Matanza), fue dispar en el sector privado.

Entre los supermercados la reacción fue de acompañamiento en general, pero las empresas fabricantes de alimentos pusieron el grito en el cielo, en público y en privado, sobre las consecuencias que podría tener para sus líneas de producción un nuevo congelamiento, como el que se aplicó sobre un grupo importante de artículos con el programa Precios Máximos.

Los empresarios de consumo masivo dejaron trascender en las últimas horas que tratarán de determinar en qué contexto y con qué postura afrontarán el nuevo anuncio -cuya oficialización se espera para este lunes. Para unificar posiciones este lunes se reunirán los dirigentes de la Coordinadora de industrias de Productos Alimenticios (Copal), la poderosa central empresaria sectorial que encabeza el también presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja.

El Poder Ejecutivo esperará hasta la tarde de este lunes que los empresarios presenten, si la alcanzaran, una postura común sobre cómo implementar la medida, aunque las compañías del sector esperan alguna precisión más, principalmente si habrá una normativa que determine ese congelamiento o solo será “de palabra”

Los empresarios tendrán luego un cara a cara con Feletti en el Ministerio de Desarrollo Productivo, cerca de las 18.30, según afirmaron fuentes privadas a Infobae. Este domingo por la tarde, incluso, algunos altos ejecutivos apuraban de urgencia una agenda de reuniones previas entre referentes del sector.

A la reunión con Feletti, como al encuentro del miércoles pasado, asistirán directivos de Diarco, Maxiconsumo, Vital, La Anónima, Coto, Día, Changomás y Carrefour. También habrá representantes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) y de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas. Además, estará representada la Copal y también serán de la partida Swift, Alicorp, Ledesma, SanCor, Prodea, Ilolay, Danone, Cabrales, Coca Cola, Unilever, Fecovita y Saraco.

Cabos sueltos

El anuncio del miércoles pasado dejó cabos sueltos, sobre los que los ejecutivos esperan algún detalle. La cuestión central es qué nivel de obligatoriedad tendrá el congelamiento, considerando que no es lo mismo uno “de palabra” que uno en el que medie un decreto, como recuerdan en referencia al programa Precios Máximos, que dejó fijo los valores de miles de productos con una resolución que se fue extendiendo y que esgrimió como fundamento la crisis sanitaria debido a la pandemia de coronavirus.

En todo caso, especulan entre los ejecutivos, este congelamiento hasta fin de año se ubicaría en un término medio entre Precios Cuidados, un programa voluntario en el que las empresas presentan una lista con precios que se negocia con el Gobierno y Precios Máximos, que era de cumplimiento obligatorio y por norma de Comercio Interior.

La noticia de un nuevo congelamiento agarró desprevenidas a las empresas, que días antes todavía mantenían con Paula Español conversaciones para actualizar con un porcentaje menor al 5% los 700 productos del catálogo de Precios Cuidados.

Para los empresarios de consumo masivo, si Feletti decidiera mantener la lista de 1.250 productos en el marco de un programa voluntario, sería considerado -en el actual contexto- una buena señal, consignaron fuentes del sector privado.

Los ejecutivos especulan que este congelamiento hasta fin de año se ubicaría en un término medio entre Precios Cuidados, un programa voluntario y Precios Máximos, de cumplimiento obligatorio

Tal como publicó Infobae, el planteo que realizarán las empresas adheridas a la Copal y las de limpieza e higiene personal es incluir en la lista de bienes cuyos precios quedarán congelados hasta el 7 de enero los ítems que ya son parte del programa Precios Cuidados y los de Súper Cerca (654 y 70, respectivamente) y luego negociar individualmente qué otros artículos sumar a ese compromiso.

Ley de Abastecimiento

La advertencia de Feletti de que podría aplicar la Ley de Abastecimiento, preocupa a los ejecutivos del sector desde el miércoles al mediodía cuando salieron de la reunión con el funcionario, anoticiados del nuevo congelamiento. “No descarto que quieran usarla y además ejemplificar con sanciones por incumplimientos para mostrar autoridad”, concedieron desde una alimenticia. Fuentes de la Secretaría de Comercio Interior no respondieron consultas de Infobae al respecto.

“Evidentemente si no se llega un acuerdo vamos a tener que aplicar las leyes. Es algo que trato de impedir, porque creo en los acuerdos sociales”, había anticipado Feletti. “Me tomo como plazo el lunes para que en una u otra dirección cerrar, pero esto no puede seguir. Se rompe el equilibrio social de la Argentina. La canasta alimentaria se lleva puesto al salario, no aguanta ni la paritaria”, subrayó.

La medida de congelamiento fue leída en despachos oficiales y en el empresariado como una respuesta tardía a un dato que se conocería recién al día siguiente: que la inflación volvió a acelerar con fuerza en septiembre, para cerrar en 3,5% (y un acumulado de 52,5% para los últimos 12 meses), no solo quebrando la línea del 3% y revirtiendo la tendencia previa, sino también dejando esa referencia para octubre y hasta fin de año.

“Las grandes alimenticias podemos tener espalda para bancárnosla, pero a los pequeños y medianos los mata”, graficó crudamente ante Infobae una fuente del sector que estuvo con Feletti y Giorgi. Según explicaron, el Gobierno les dijo a los empresarios que decidió el congelamiento para evitar un deterioro del salario en lo que resta del año.

La medida de congelamiento fue leída en algunos despachos oficiales y en el empresariado como una respuesta tardía a un dato que se conocería recién al día siguiente: que la inflación volvió a acelerar con fuerza en septiembre, volvió a quebrar el 3% y que se mantendría en ese nivel incluso también en octubre

“Lo que comentaron es que tienen una preocupación por el aumento del peso de la canasta básica en el salario. La primera etapa de su plan es hasta fin de año con el pedido a la industria de estabilidad de precios”, mencionaron, mientras tanto, desde una empresa grande de consumo masivo.

La misma piedra

Funes de Rioja, este sábado, dijo que “ya tuvimos un congelamiento desde marzo de 2020 y tenemos una inflación del 50%”. Y señaló además que “los alimentos procesados no tienen las mismas pautas que los alimentos frescos: carnes, verduras, frutas. Los alimentos procesados tuvieron aumentos del 10% y después poco más del 20 por ciento. Cuando vino el descongelamiento de Precios Máximos hubo un cronograma para ir recuperando el impacto del aumento de los insumos nacionales e importados, que se agravó, porque el post Covid trae novedades en costos de energía y fletes internacionales, que aumentaron hasta el 800 por ciento. Lo hemos dicho una y mil veces: no somos la causa sino la consecuencia de la inflación”.

“Las políticas de congelamiento no se justifican en el contexto de multicausalidad de la inflación. Hay que buscar políticas de estado que permitan estabilizar a la Argentina. Generar empleo, porque es la posibilidad de acceso a la alimentación, a la salud. Tenemos toda la voluntad de conseguir soluciones compatibles con todos”, concluyó el pope fabril.

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