El sector ganadero de Castilla y León, y en concreto, el vacuno de leche es uno de los que más profesionales ha perdido en los últimos años debido a los bajos precios que la industria paga por su producto. Pero esta situación también ha provocado que el tamaño medio de las explotaciones que sobreviven haya crecido en casi todas las comunidades de España y la nuestra no es una excepción. De las 67 vacas de leche que tenía de media una granja en 2015 se ha pasado a 88, es decir un 32 por ciento más, mientras que a nivel nacional ha aumentado un 24 por ciento.
En todas las comunidades se reproduce esta misma tendencia al alza en el tamaño de la explotación, excepto en Extremadura, aunque sí existe una gran variabilidad con un extremo superior de 347 vacas por granja en Valencia y un extremo inferior de 40 en Asturias en 2019. De todas destaca La Rioja, que ha pasado de 160 en 2015 a 263 el año pasado.
Así lo recoge un informe publicado recientemente por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca en el que analiza la estructura del sector vacuno lechero en España. El documento concreta que del total de ganaderos de vacuno de leche en España, la cornisa cantábrica concentra en 2019 el 79 por ciento de las mismos (Galicia 55%, Asturias 13%, Cantabria 9% y País Vasco 2%), seguida de Castilla y León con el ocho por ciento. Una distribución idéntica a la existente en el año 2015.
Además de este dato, el informe analiza también el número de ganaderos con entregas de leche cruda en los últimos cinco años en Castilla y León, que ha descendido un 26 por encima, cifra por encima de la media nacional que se sitúa en el 22 por ciento. Por comunidades también se encuentra entre las más elevadas, solo por detrás de Madrid o La Rioja.
Venta directa
El informe elaborado por el Ministerio también refleja cómo los ganaderos castellanos y leoneses descartan apostar por la venta directa de la leche, aquellos que destinan toda o parte de su producción directamente al consumidor final, o los que elaboran y venden productos lácteos en la propia explotación.
El número medio de ganaderos a nivel nacional con venta directa durante el año 2019 fue de 263, mientras que en 2015 se registraron 353 ganaderos con venta directa. Entre 2015 y 2019 se produjo un descenso de 90 ganaderos, lo cual representa una reducción del 25 por ciento. En el caso de Castilla y León había 11 en el año 2015 pasando a diez en 2019.
Respecto al censo medio nacional de vacas de ordeño, en el año 2019 fue de 838.979 animales, lo que supone un descenso de 29.941 con respecto a 2015 (un tres por ciento). En el caso de Castilla y León, la variación solo ha sido del dos por ciento, pasando de las 98.620 animales en el año 2015 a los 96.500 registrados en 2019. En el caso de las novillas fue al contrario y hubo un incremento del dos por ciento.