Pero pese a algunos gestos muy concretos, como el de Mercadona, nadie parece querer tomar medidas. Y esto tiene una consecuencia clara: En España, desde agosto del pasado año, los datos reflejan que se ha pasado de tener 12.414 ganaderías a quedar en el mes de julio de este año solamente 11.738, lo que significa que cada día hay dos explotaciones que cierran de forma definitiva sus puertas.
En ese mismo periodo, en Castilla y León se contabilizaban 957 explotaciones de vacuno de leche, doce meses después ya solo quedan 889 ganaderías dedicadas a la producción láctea, según los datos facilitados por la Subdirección General de Producciones Ganaderas y Cinegéticas. Es decir, que cada cinco días desaparece de forma definitiva una explotación de vacuno de leche en Castilla y León, según informa Asaja Palencia.
Para la organización agraria, los bajos precios percibidos, la dificultad para encontrar mano de obra, la exagerada carga burocrática de las explotaciones, el alto coste de la alimentación de los animales y la falta de reconocimiento de la actividad ganadera, son los principales motivos que fuerzan a estos cierres y que, además, provoca hacen que los jóvenes no consideren encaminar su futuro profesional en esta actividad, por lo que las pérdidas de las explotaciones se convierten en permanentes..
Cabe recordar que el precio medio del litro de leche pagado a los ganaderos es de 0,334 euros, claramente insuficiente para cubrir los costes de producción, Y todo esto, según Asaja Palencia, «sucede ante la pasividad del Ministerio de Agricultura, incapaz de velar por los intereses de los ganaderos, ante todos los agentes que intervienen desde que sale la leche de las ganaderías, hasta que es comprado por los consumidores finales».